Descubriendo a Cristo Durante la Semana SantaEjemplo

El buen samaritano

¿Quién es mi prójimo? A primera vista, la respuesta parece obvia para todos. Es la persona que vive a nuestro lado, que pertenece a nuestra comunidad, nuestra afiliación política, nuestra ciudad o nuestro país. Si vemos a alguien que ha sido robado, despojado de todo, golpeado y tirado al costado de la carretera, podemos ayudarlo si realmente lo hemos identificado como uno de nuestros vecinos.

• Pero Jesús retrata a un tipo diferente de prójimo. No tengas miedo de leer esta historia. Las siguientes cinco cosas te darán que pensar.
• El buen samaritano tuvo compasión y actuó en consecuencia.
• Aunque despreciado por la raza del hombre que había sido atacado, el buen samaritano dejó de lado las diferencias raciales.
• El buen samaritano pagó de su propio bolsillo todos los gastos incurridos para cuidar al hombre sin preocuparse de si se le reembolsaría.
• El buen samaritano tenía una buena reputación, por lo que el posadero confió en él y tomó su palabra.
• El buen samaritano era un hombre muy generoso y tal vez se endeudó para cuidar de este hombre hasta que se puso de pie.

Cuando Jesús terminó de contar esta parábola, el maestro de la ley, que había hecho la pregunta, se fue aturdido sabiendo que no estaba a la altura de la tarea.

Y yo, ¿estaría a la altura? Sé que no estaría sin la ayuda de Dios.