No me avergüenzo del EvangelioMuestra

La relación de Pablo con el Evangelio

Pablo describe su relación con el mensaje del Evangelio en el primer capítulo de su carta a los Romanos. Él dice en el versículo 14: «Estoy bajo obligación». En el versículo 15, Pablo dice: «Estoy ansioso», y en el versículo 16, agrega:«No me avergüenzo».

Bajo obligación: un sentido de responsabilidad hacia el Evangelio pues le ha sido confiado. Dice que está bajo obligación con los griegos y los bárbaros, es decir, con el mundo entero. Eso incluye a las personas que se consideraban sabias, ellas también necesitaban a Cristo. Y la gente común, los sencillos. Él es igual de responsable de compartir el Evangelio con ellos.

Pablo repite este sentido del deber u obligación a lo largo de sus cartas en el Nuevo Testamento.

1 Corintios 9:16: «¡Ay de mí si no predico el Evangelio!».

Gálatas 2:7: «Reconocieron que a mí se me había encomendado predicar el Evangelio a los gentiles».

1 Tesalonicenses 2:4: «…Aprobados por Dios para que se nos confiase el Evangelio».

1 Timoteo 1:11: «El glorioso Evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado».

1 Timoteo 6:20: «Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado». (No solo su responsabilidad, sino con quién la comparte).

Tito 1:3: «La predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador».

Pablo les hace saber a los romanos que está ansioso por verlos. El sentido de obligación no está separado del celo. No es «tengo que hacerlo», sino «tengo el beneficio de hacerlo». Pablo se regocija en la predicación del Evangelio. Está ansioso, dispuesto y listo. Él desea predicar el Evangelio.

Pablo tampoco se avergüenza del Evangelio. Las dos primeras descripciones no podrían ser verdaderas si la tercera no fuera cierta. No puedes cumplir con un sentido de obligación y celo si te avergüenza el Evangelio. Él no se aparta del Evangelio por temor a la persecución o al rechazo, porque no esté completamente convencido de su poder, o a la reacción del mundo ante el Evangelio. Pablo no se avergüenza.

¿La relación que Pablo tiene con el Evangelio desafía y pone a prueba tu relación con el mismo?