No me avergüenzo del EvangelioMuestra
El poder de Dios
El Evangelio no es un mensaje del poder de Dios. No es simplemente un canal para manifestar su poder. El Evangelio es en sí mismo el poder de Dios para salvación. Hay poder intrínseco en el Evangelio. La Palabra de Dios es poderosa. ¿Cómo se describe a sí misma la Palabra de Dios? Es viva y poderosa, más cortante que cualquier espada de dos filos (Hebreos 4:12).
Pablo declara: «No me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación» (Romanos 1:16).
¿Qué es la salvación? Desde el aspecto legal, es la justificación: Dios perdona todos tus pecados. Él pone en tu cuenta toda la justicia de su Hijo. Dios te declara justo consigo mismo (Romanos 5:1). Tienes paz con Dios. Eres reconciliado con Dios. Puedes disfrutar de la comunión con Él.
Nuestra salvación no es sólo legal, sino también experiencial. Es liberación. Dios nos ha liberado del dominio de las tinieblas y nos ha transferido al Reino de su Hijo. Dios nos ha sacado de la muerte y nos ha resucitado junto con su Hijo. Espiritualmente hablando, estamos sentados con Él en los lugares celestiales. Fuimos vivificados con Cristo. Estábamos muertos, pero ahora vivimos. Teníamos corazones de piedra, pero ahora tenemos corazones de carne. Amamos a Aquel que nos amó primero. Somos nuevas creaciones en Cristo Jesús; esto es salvación.
Necesitamos predicar la Palabra de Dios en su simplicidad, confiando en su poder implícito. ¿Creemos que podemos embellecerlo? ¿Hacerlo más relevante? Eso es avergonzarse del Evangelio. Pablo dice que no se avergüenza de las buenas nuevas de Dios porque es el poder de Dios para la salvación. Pablo sabe que ese es el único plan de Dios para todo el mundo. Todos los que creen, judíos o gentiles. Todos los que creen.
La salvación es solo por fe, solamente en Cristo y únicamente por gracia. Pablo es un judío creyente que entiende el plan de Dios para la iglesia. Pablo sabe que el Evangelio es un mensaje para la fe (Romanos 1:17). «Por fe y para fe». La justicia de Dios se revela a través de la predicación del Evangelio. ¿Cómo puedo saber que soy completamente aceptado ante Dios? El Evangelio declara el camino. Por fe de principio a fin. Es un regalo. La santificación progresiva también es por fe, nunca por obras (Romanos 10:1-15).
Acerca de este Plan
Vivimos la vida cristiana por la fe en el Hijo de Dios, Jesucristo, quien nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros. Él nos ha librado del pecado y nos ha hecho suyos porque nos ama. No nos avergonzamos del mensaje de Dios, el Evangelio. Es un mensaje fiel de su amor por toda la humanidad. De principio a fin, este mensaje llama a la fe.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.straighttruth.net/