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¿Necesita sanidad tu corazón?
¿Has tenido alguna vez un corte serio? Sin importar la respuesta, definitivamente, sabes que es importante desinfectar bien la herida para evitar la infección.
Todos vamos a encontrarnos con situaciones que pueden enojarnos. A veces las circunstancias son tan intensas que cortan como un cuchillo. Entonces nos disgustamos y frustramos. Empezamos a macerarlo. Lo acariciamos, y como sabes, lo que sentimos, eventualmente, crece. En otras palabras, si este enojo no es confrontado, inevitablemente, se infecta.
A veces hasta puede estallar en violencia. Por eso es tan importante cuidar las heridas y confrontar el enojo.
La Biblia dice: “El resentimiento mata a los necios; la envidia mata a los insensatos” (Job 5:2) ¡Yo sé que tú no eres un necio, mi amigo!
Si esto está hablándote, ¡recuerda que Cristo es tu esperanza! Él murió para que tú puedas ser verdaderamente libre, incluso del enojo.
Si así lo deseas, ora conmigo: “Señor, te necesito. Sana mi corazón del enojo; purifica mis pensamientos. Gracias por cuidar de mi vida y mi alma. ¡Gracias por la completa sanidad! En tu nombre, amén”.
Si eres víctima del enojo de otros, también puedes interceder por ellos. ¡Dios puede hacer un milagro!
¡Gracias por existir!
Escrituras
Acerca de este Plan
El enojo es una emoción humana que Dios no condena. El Señor entiende que puede suceder. ¡Eres un ser humano, no un superhéroe! Entonces, el enojo en sí mismo no es un pecado. Sin embargo, la Biblia nos anima a no aferrarnos a ello… ¿Sabías que puedes ser libre del enojo?
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Nos gustaría agradecer a es.jesus.net por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es.jesus.net/un-milagro-cada-dia/?utm_campaign=amed&utm_source=Youversion&utm_medium=referral&utm_content=Libre-Del-Enojo
