Libre Del EnojoMuestra

¿Qué deberías hacer cuando pierdes los estribos?

Hoy, imagina conmigo por un momento… Estás en la carretera, la cual está vacía, el tiempo está hermoso. La música de tu cantante favorito está sonando. En pocas palabras, la vida es fantástica. De repente, alguien acelera y se pone enfrente. ¿Cuál es tu reacción?

¿Perdonas inmediatamente?

¿Te quejas, pero lo olvidas rápidamente?

¿Pierdes los estribos? Te pones a pensar, y piensas con rabia acerca de todo lo que podías haber hecho para darle su merecido al otro conductor: bocinar, perseguirlo y ponerse en frente de él, etc. Sigues pensando en la situación hasta que llegas a tu destino, y sigues pensando al día siguiente, y luego al día siguiente, etc.

Déjame decirle algo importante. El enojo es un ladrón. Un ladrón de la paz, el gozo…y del tiempo. Solo tienes una vida. No hay tiempo que perder. La Biblia dice: “Que no se ponga el sol sobre su enojo, y no dé lugar al diablo” (Efesios 4:26-27).

Tal vez me digas: “No puedo evitarlo. Yo no soy Dios. ¡Pierdo los estribos, y no puedo superarlo con facilidad!”.

Es verdad…sin la ayuda de Dios es muy difícil, pero con Él, ¡todo es posible! Su Espíritu puede ayudarte a encontrar la paz otra vez. Entonces, cuando sientes que estás perdiendo el control, simplemente, suelta tus emociones al Señor y recibe su paz.

¡Seas bendecido, mi amigo!

¡Gracias por existir!