Campeones InfantilesMuestra

Coro juvenil de Hosanna

Los discípulos de Jesús tenían un problema con los hijos de los seguidores de Jesús, e irónicamente también lo tenían sus enemigos. La multitud de personas que dio la bienvenida al Rey Jesús a Jerusalén, su capital real, el Domingo de Ramos con sus palmas y salmos habían establecido un canto hebreo rítmico: ba-RUCH ha-BA' b'SHEM adoNAI. "Señor, ¡te ruego que vengas a salvarnos! ¡Te ruego que nos concedas la victoria! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Desde el templo del Señor los bendecimos". (Salmo 118:25,26). Hosanna significa "¡Sálvanos ahora!" A los niños les encantó. Todo el resto de ese día y hasta el lunes jugaron con las palmas sobrantes y mantuvieron el canto "Hosanna".

Los enemigos de Jesús lo odiaban: "Pero al ver las cosas maravillosas que hacía, y que los muchachos lo aclamaban en el templo y decían «¡Hosanna al Hijo de David!», los principales sacerdotes y los escribas se indignaron y le dijeron: «¿Oyes lo que éstos dicen?» Y Jesús les dijo: «Lo oigo. ¿Acaso ustedes nunca leyeron:» “De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”» (Mateo 21:15,16).

¿No es irónico que estos niños descubrieran verdades espirituales profundas que los profesionales religiosos no podían ver? Estaban aplicando la profecía mesiánica del Salmo 118 al hombre humilde montado en su pequeño burro y dándole adoración y alabanza que pertenecían solo al rey de Israel. Este coro de Hosanna, estos niños campeones, le estaban dando al Señor la alabanza que merecía.

Espero que puedas escuchar las voces de los niños orando y cantando en tu iglesia.

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