La Profundidad Del CieloMuestra

Profundo

A veces quisiéramos decir tantas cosas sobre lo que es llegar al cielo, pero nada se acerca a esa profundidad sin ser vivido y experimentado desde lo más sincero de nuestro corazón. No tan solo a medias sino de manera sacrificada, sufrida y hasta en las alegrías más elocuentes.

La profundidad del cielo que deseamos entonar en este plan no es tan solo un cielo real, sino un Dios totalmente real y un sin número de escenarios que podemos vivir o estamos viviendo y nos da a conocer esa faceta única e irremplazable de Dios mismo. Llegamos a creer que estamos tan solos en este mundo que todo lo que hacemos es en vano, nos sentimos tan angustiados que pensamos que nadie está atento a nuestras tristezas o alegrías. Muchas veces nos menospreciamos creyendo no ser capacitados para llevar la encomienda de un gran proyecto, una gran hazaña de parte de Dios. Vemos como la opinión de una sociedad nos arrastra a diseñar en cómo debemos buscar realmente el rostro de Dios y de qué forma debemos adorar y servirle. Cuando para ser parte de nuestro PADRE TODOPODEROSO no hay un patrón a seguir ni unas estrategias de siete pasos para alcanzarle. Él solo nos pide un corazón dispuesto, una fe como del tamaño de un grano de mostaza e incluso nos recibe tal y como estemos. No hay protocolos ni horarios establecidos para tener ese encuentro. Solo necesitamos tener ese deseo de búsqueda y de cambio.

Lo profundidad del cielo nos arropa desde ese momento en que decido ser diferente y comienzo a conocer al Dios Sobrenatural que ha cambiado todo en mi vida, mi corazón, y mi ser donde se está construyendo un nuevo yo. Un Yo que se arrepiente de manera constante para obtener una Fe y un Corazón listo para Él. Sus ángeles estarán de continuo conmigo cuidando y guardando cada paso y cada respiro de mi ser colocando así el propósito de Dios sobre mi vida de manera precisa y sin contaminación.

Llegará ese día donde tendremos la oportunidad de ver esos valles de oro, ese mar de cristal. Y debemos estar trabajando aquí en la tierra perseverando en conquistando lo que nos pertenece.

Repite esta oración : Padre, son tantas cosas que quisiéramos pedir, pero solo una quiero hacer en este momento, que tu Presencia jamás se aparte de mí y que me des la fuerza y la sabiduría de servirte, conocerte más. Que la profundidad que pueda tener en ti sea una extraordinaria y llena de tu amor. Quiero estar delante de ti siempre. En el nombre de Jesús, amén.