AtrapadosMuestra

¿Has tenido algún día la sensación de que no te comparabas? Tal vez uno de tus amigos acaba de empezar a salir con alguien que te gusta o alguien que conoces acaba de entrar en el equipo. ¿Pero tu? Sientes que nada en tu vida es tan bueno, genial o emocionante como en la de ellos.Es muy fácil creer que nuestro valor se basa en lo que hacemos, en lo que ganamos o en lo que recibimos al compararnos con los demás. Pero Dios no nos ve así. Él se fija en cada detalle de quienes somos. Y no solo eso, Dios cree que esos detalles cuentan. Son importantes. En ellos encontramos nuestro valor.

Cuando empieces a sentirte menos importante en comparación con los demás, cambia tu enfoque a lo que Dios piensa y dice de ti. Recuerda que, para Dios, no podrías ser más valioso de lo que ya eres.