AtrapadosMuestra

Escrito por Danielle, 14 años, de Burke, Virginia, EE. UU.

Cuando te miras al espejo, ¿qué ves? ¿Qué piensas? Muchos de nosotros podemos pensar: "Mi cabello no es tan bonito como el suyo..." o "Ojalá tuviera ese color de ojos...".
Es natural que nos miremos a nosotros mismos y nos comparemos con los demás. Si queremos ser más altos, o más atléticos, o más creativos, terminamos juzgándonos por ello. Pero Dios dice que nuestro aspecto no es lo que realmente importa, porque Dios nos hizo precisamente como somos. ¡Dios nos hizo perfectos! Y Dios nos ama como somos, no sólo por nuestro aspecto o por lo que podemos hacer. Entonces, ¿por qué querríamos parecernos a otra persona si Dios es quien nos diseñó y nos ama
como somos?

La próxima vez que te sientas atrapado comparándote con otra persona, acuérdate de este versículo. ¡Elige recordar que Dios te hizo y te ama tal como eres!