Agua en VinoMuestra

Jesús Puede

En la época medieval surgió una práctica que conocemos como alquimia, donde buscaban convertir cualquier metal en oro, encontrar la cura a todas las enfermedades y vivir para siempre. Seguro puedes imaginar las atrocidades que se cometieron queriendo encontrar la famosa piedra filosofal que haría todo esto posible, pero jamás tuvieron éxito.

Pero cuando vemos este milagro que narra Juan, no se trata solo de ver a Jesús como la piedra filosofal, que puede cambiar algo de manera superficial. Jesús es aquel que puede transformar nuestras vidas como lo hizo con el agua sucia de esas tinajas y aún más. Si jesús puede convertir agua en vino, dos sustancias con una base química común, pero a la vez muy diferentes, puede también convertir personas en algo que no eran. Hay una base común entre la persona que eras antes y la persona que eres ahora en Cristo. La gente te reconoce como la misma persona, pero a la vez, si estás viviendo en plenitud en Cristo, te ve tan diferente como el vino lo es del agua.

El agua estaba en ese evento de forma natural. El vino, por otro lado hizo su aparición de forma sobrenatural. Así es con nosotros. Nacemos de forma natural pero somos transformados en otra persona sobrenaturalmente por el Espíritu Santo en respuesta a nuestra confianza depositada en Jesús como Salvador. “Agua en Vino” es un excelente símbolo para nuestra conversión.

Hay momentos donde nuestras vidas parecieran regresar a ser agua por nuestras malas decisiones, o porque aún no hemos podido dejar de pensar de cierta forma o caer en cierto pecado. Pero es muy útil conocer una de las motivaciones de Jesús para haber hecho este milagro, del que hemos estado hablando, porque él sabía que cuando el vino se acaba en una boda la gente lo veía como una señal de que el novio no podría darle todo lo necesario a su nueva familia; y Jesús tomo esta falla del novio y la redimió hasta el punto de proveer algo mucho más valioso de lo que el novio pudiera imaginar.

Jesús inicio una obra redentora en ti y continuará haciéndolo cada día de tu vida hasta que la termine el día que lleguemos a su presencia, pero por lo pronto deja que la gente tenga hoy una probadita de este “mejor vino” a través de tu vida.