Cristo, Mi AlimentoMuestra
Me alegra saber que, si estas leyendo este plan es porque en tu interior nació el querer conocer más de Cristo, el incrementar la manifestación del Espíritu Santo en ti, aumentar la comunión con el Padre Celestial. Y eso ayudará a que las palabras plasmadas en este espacio sin duda sean efectivas.
Inicié dando estas palabras como introducción porque todos pasamos por etapas de esa hambre que inquieta por el saber; no el saber cualquier cosa, sino el saber de la esencia de Dios y que la fragancia de su conocimiento se impregne en nosotros. Pero sin duda necesitamos calibrar esa hambre que nos estremece para llenarnos objetivamente. Para buscar alimento apropiado y plenamente digerido.
Los que han sido padres o han visto el comportamiento de un niño de un año sabrán que en muchas ocasiones al estar en el momento de necesitar alimento ellos aun no saben reconocer su antojo o aun más, lo que es necesariamente nutritivo para ellos. Y por esa razón es que dependen de sus padres para que ellos decidan por ellos, puesto que no hay facultad para elegir lo conveniente para el momento.
Su única herramienta para alimentarse es decir “Tengo hambre”.
Nosotros somos seres corporales, pero al mismo tiempo estando en Cristo somos seres espirituales. El ser un ser espiritual implica el haber NACIDO DE NUEVO y un nacido de nuevo tiene como siguiente paso el DESARROLLO para llegar a la MADUREZ. Pero no puede haber un inicio de desarrollo sin estar alimentado.
El desarrollo corporal en la tierra tiene muchas ramas, pero en el desarrollo espiritual y del alma, Cristo hace un énfasis especial en el alimento, en el ser saciados, suplidos, llenos. A continuación, algunas citas que lo afirman.
"Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta" (SALMO 107:9).
"Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación" ( 1 PEDRO 2:2).
"Y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo" (1 CORINTIOS 10:4).
En el Reino no se trata de alimentos de poca o gran calidad, no se trata de que hay niveles de banquetes, no se trata de si algunos merecen mejor alimento que otros.
Se trata del ESTÓMAGO QUE LO DIGIERE. Puede ser la cita bíblica más conocida, más predicada, pero si se recibe con un estómago hambriento y con un sistema de digestión que sabe que nutriente es el necesario, seguramente habrá llenura abundante y fruto desbordante.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cristo es el alimento perfecto, necesario y único.
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Nos gustaría agradecer a Pamela González por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/fuistellamado/