Madres de la BibliaMuestra

Te quiero pedir perdón, porque en un pasado yo fui una de las voces que le decía a las madres que eran fuertes y poderosas en sí mismas, capaces de hacer todo lo que se propusiera, pero era una mentira en la cual yo misma estaba enredada. Imágenes como las que tal vez has visto en redes sociales donde está una madre sonriendo mientras carga muchas rocas para darle lo mejor a sus hijos o aquella otra imagen donde está una madre con cinco brazos logrando hacer todo por su cuenta, son una mentira y una carga tan pesada que han colocado en las madres.

María y Ana nos enseñan que estas filosofías vanas de la maternidad nunca fueron el diseño de Dios para nosotras. Durante el día de hoy, en las lecturas bíblicas que te comparto, María y Ana cantan una canción desde el comienzo de su maternidad mostrándonos el diseño de Dios para la misma. ¡Que lo débil, dependa de lo Fuerte y le dé gloria!

Fuimos hechas madres, no por planificación ni por elección sino porque Dios en su soberanía nos dio la gracia de ejercer ese rol. Hoy decidamos vivir una maternidad como María y Ana nos la describen en esos versículos. Reconociendo que realmente somos débiles y nuestra fuerza es Dios. Quebrantemos los arcos (como dice el versículo) en los cuales hemos confiado y reconozcamos que somos madres insuficientes, débiles y que Dios nos ha llenado para ser y hacer todo para Su gloria.

Medita en esta historia con las siguientes preguntas:

1. ¿He vivido una maternidad bajo una creencia de que soy capaz de hacerlo todo por mi propia fuerza o capacidad?
2. ¿Qué decisión puedo tomar hoy para vivir una maternidad desde la fuerza de Dios?