La VerdadMuestra

La verdad dentro de mí

La Biblia es el libro más maravilloso que se haya escrito jamás, aunque para muchos pudiera ser un libro de historias, no es así. Es un libro lleno de simbolismos y verdades espirituales que se confirman entre ellas de principio a fin, apuntando a Jesucristo, la máxima demostración del amor de Dios para el hombre; pues siendo Dios mismo no dudó en hacerse como nosotros con tal de dirigirnos hacia el Padre.

En el primer libro de la Biblia encontramos la explicación de la creación del mundo y cómo esa hermosa creación fue sujeta a corrupción a causa del pecado cometido por el hombre, la obra maestra de la creación, quien tenía autoridad y dominio. La consecuencia del pecado es la muerte, pero Dios le ha dado al hombre la oportunidad de restablecer la conexión con Él por medio de su Hijo.

Jesucristo es el Hijo de Dios, la Palabra de Dios hecha carne quien a través de su sacrificio pagó el precio por nuestros pecados y nos da acceso a otra naturaleza, no a la pecaminosa que teníamos, sino a una que es libre del pecado basada en seguir al Espíritu. Jesucristo se hizo hombre no solo para identificarse con nosotros, sino para traer el Reino de Dios y establecerlo a través de sus acciones en la Tierra. Al liberar al hombre del poder de las tinieblas, el Reino de Dios se establece en medio nuestro.

Durante el recorrido por los diferentes libros de la Biblia, encontramos simbolismos de Jesucristo, el Salvador que Dios enviaría para libertarnos del pecado, quien es mencionado de diferentes maneras. Después de los Evangelios, que son el relato del caminar de Jesús en la tierra, el libro de Apocalipsis es la revelación de Jesucristo en toda su plenitud. Ahí encontramos que Él se llama a sí mismo el principio y el fin, el que era, el que es y el que ha de venir, el Todopoderoso, el León de Judá, la raíz de David que ha vencido y es el único digno sobre la Tierra para desatar los misterios de Dios.

Es maravilloso saber que ese ser tan grande y poderoso ha decidido amarnos y tener comunión con nosotros siendo imperfectos. Su muerte en la cruz culminó su obra, y a cambio de eso, podemos ser partícipes de todas las cosas que tiene para nosotros. Es su presencia en nosotros lo que nos da la capacidad de participar de esa victoria contra el pecado, la que nos llena de fuerza para mantenernos firmes en las dificultades, la que nos lleva a vivir en amor, paz y gozo; Jesucristo es ese León que ruge dentro de ti.

Señor, gracias porque la obra de tu Hijo Jesucristo ha hecho posible que mores dentro de mí. Levanta tu voz y ruge. Haz huir a tus enemigos. Y que yo pueda vivir libre del pecado y traer tu Reino aquí.

Este devocional está basado en la canción «La Verdad» compuesta por Thomas Carlos Di Cesare para Zona 7, para más información haz clic en el siguiente enlace: https://linktr.ee/ZONASIE7E