Princesas GuerrerasMuestra
Arma 1: Silencio
Callando o hablando podemos expresar nuestra libertad. Antes de decidir si hablar o callar, piensa en la importancia de los silencios. Los silencios son valiosos, no los subestimes. Sí, estos son fundamentales, incluso en la música. En ella, los silencios son tan importantes como las notas musicales. Haz silencio cuando no sepas qué decir, pero también haz silencio cuando creas saberlo todo. Calla cuando tengas coraje. Si vas a hablar, hazlo primero contigo, identifica tus emociones y luego preséntate ante Dios con una actitud de humildad. Él sanará tus emociones y pondrá en tu boca palabras sabias para cuando te toque hablar.
La primera batalla es contra nosotras mismas. Aprender a dominar nuestros impulsos y quedarnos calladas, cuando quisiéramos gritar ante el problema, muchas veces es lo más sabio que podemos hacer.
No siempre estamos mal si preferimos callar. Hacer silencio no significa que siempre permaneceremos calladas. Hacer silencio nos da tiempo para pensar mejor las cosas y actuar con mayor sabiduría. Permanecer en silencio no te hace débil; por el contrario, te puede hacer fuerte, sabia y llevarte a una dependencia mayor de Dios.
Nunca olvides que en el silencio hay espacio para crecer.
El silencio puede ser el arma que necesitas para vencer en la batalla que enfrentas.
Orar en silencio
A pesar de que Jesús no menciona la oración en silencio, sí habla de orar a solas o en privado (Mateo 6:6). Sin embargo, me parece curioso que en 1 de Tesalonicenses 5:17 nos exhorte a que nunca dejemos de orar. Y yo no sé si a ti te pasa, pero hay muchos momentos y situaciones en los que no puedo elevar una oración a viva voz, por lo que la única opción con la cual puedo manejar la situación es orando en silencio.
Tengo cientos de recuerdos de ocasiones en donde estaba conversando con alguien y en mi mente estaba orando; oraba en silencio mientras esperaba mi turno en algún consultorio médico o mientras lavaba los platos sucios. Ahora que menciono esta tarea del hogar, tengo que hacer una pausa para confesarte que muchas veces mi cocina es mi cuarto de guerra, mi lugar de oración y adoración, donde puedo escuchar mensajes que alimentan mi alma y me conectan con Dios. Me parece maravilloso que, si yo no sé qué pedir a Dios, el Espíritu Santo intercede por mí (aunque yo esté lavando los platos) (Romanos 8:26).
Aunque yo no pueda entender cómo esto sucede, es la mejor manera de explicarte que el silencio es una estrategia para ganar la batalla que estás atravesando. Porque no es con tus fuerzas, es con el poder del mismo Dios. Mira qué promesa más hermosa encontramos en Romanos 8:26, NTV:
«Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras».
Reflexiona en el día de hoy en cómo el silencio puede ayudarte a vencer y crecer. ¡Bendiciones!
Acerca de este Plan
Este plan te permitirá a conocer tres armas que te ayudarán a enfrentar con sabiduría las batallas o problemas de la vida. 1- Silencio. 2- Aceptación. 3- Estrategia. Equípate para vencer en el nombre de Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Amneris Meléndez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.amnerismelendez.com/