Corazón, Alma Y Mente: Vive El Gran MandamientoMuestra
“Amarás al Señor tu Dios con toda tu ALMA…”: Según las escrituras, el ALMA se define como una entidad que nos da vida, que puede ser librada y que al salirse de nuestro cuerpo (como en Génesis 35:18) puede causar nuestra muerte terrenal. Pero esa entidad, puede continuar hacia una vida posterior a la muerte del cuerpo físico. Otra característica interesante sobre el alma que se expresa en la Biblia, es que tiene forma sin necesidad de cuerpo (Lucas 16:19-30), y también, el alma se pierde o se salva eternamente. En varios salmos y proverbios, David y Salomón mencionan que Dios va a librar, redimir, guardar y preservar sus almas (de sus siervos) del Seol. En Mateo 16:26 Jesús dice: “¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma”?
Tomando en cuenta lo anterior, ¿cómo funciona el alma dentro de nosotros y cómo se puede salvar eternamente? Una vez que tomamos la decisión de creer en Cristo y nacemos de nuevo espiritualmente, su Espíritu llega a vivir dentro de nosotros y logramos tener acceso a la información del mundo espiritual; es cuando podemos empezar a tener esa comunicación con Dios, porque poseemos ese acceso directo (Espíritu Santo) a lo eterno.
Hábitos para amar a Dios con toda nuestra alma: invirtiendo en todo aquello que vaya a perdurar después de la muerte. Y esto es, invertir en su relación con Dios y las almas de las otras personas. ¿Cómo está su relación con Dios cada día? Para tener una relación y comunicación con Dios, Él nos dejó tres canales de comunicación excepcionales para llegar a ese mundo espiritual. Es fundamental que involucren sí o sí tanto la oración como la lectura de la Biblia y también la meditación en su rutina cotidiana. Las tres son igual de importantes. La oración es el medio como nos comunicamos con Él, la Biblia es como Él nos habla a nosotros, y la meditación es como profundizamos y podemos poner en práctica lo que Él nos va enseñando. ¿Tienen un tiempo diario intencional reservado en sus agendas, dedicadas a estos tres hábitos?
Con estas prácticas, lo importante es entender que no somos nosotros ni nuestro esfuerzo el que va a lograr los cambios significativos en nuestra alma y, por ende, en nuestra vida. Nosotros con esto damos el paso de obediencia y de fe, porque al practicar la oración o la lectura de su Palabra, estamos diciéndole a Dios que creemos en Él, en lo que dice la Biblia y en sus promesas. Nosotros, entonces, hacemos lo humanamente posible, el Espíritu Santo hace el resto.
Acerca de este Plan
Este plan es adaptado del libro “Corazón, Alma y Mente” por Rebeca Conejo Solano. En cinco días profundizaremos en esas tres áreas: el CORAZÓN, el ALMA y la MENTE, las cuales Jesús mencionó cuando dio el Gran Mandamiento. A partir de ahí veremos hábitos que nos ayudarán no sólo a entender mejor este mandato, que resume toda la ley, sino también a vivirlo.
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Nos gustaría agradecer a Rebeca Conejo Solano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/corazonalmaymentecr/