La iglesia me lastimóMuestra

Día 3

Háblalo

Para este tercer día, queremos recordarte que aunque cada día de este plan tiene su enseñanza, recomendamos llegar hasta el final para tener la perspectiva completa del corazón de este plan.

“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele;” S. Lucas 17:3a RVR1960… Si ya ubicas este pasaje, Jesús está hablando con sus discípulos sobre la ofensa y el perdón entre ellos, para lo que este versículo es clave. Jesús pide a sus discípulos, reconocer que algo les ofende y que lo hablen. Algo que ha permitido mucho daño dentro de las iglesias, es creer la mentira de que ser cristiano y tener emociones “negativas” no es posible. Esto ha llevado a muchas personas a aparentar que todo está bien y no es necesario hablar, cuando por dentro hay emociones que cada día que pasa, hacen que una ofensa tome más y más control de nuestro corazón.

Los evangelios nos muestran que Jesús en su ministerio, siempre expresó sus emociones (tristeza, angustia, enojo, alegría, amor, etc.) en lugar de solo reprimirlas o minimizarlas. Porque al contrario de lo que pensamos, expresar y externar como nos sentimos, nos ayuda a tener un mejor control de las emociones.

Hablar sobre cómo nos sentimos, nos ayudará a trabajar mejor aquello que nos ofende. Entiendo que dentro del contexto de iglesia esto es difícil, pero nuestra oración es que Dios ponga hoy a una persona correcta para que puedas hablarlo. Un pastor, un líder, un amigo, o en el mejor de los casos, quizás hoy es un buen día para ir a Dios en oración y contarle con total honestidad cómo te sientes.

Otro paso hacia la sanidad es, hablarlo.