La iglesia me lastimóMuestra

Día 5

Créeme

“Los apóstoles le dijeron al Señor: —Muéstranos cómo aumentar nuestra fe. El Señor respondió: —Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol de moras: “Desarráigate y plántate en el mar”, ¡y les obedecería!”

Lucas 17:5-6 NTV

He intentado que estos días se sientan como un genuino viaje, a través de una persona que ha sido lastimado por personas que admiraba y quería dentro de la iglesia. Que sabe que debe escuchar lo que Jesús dice al respecto, pero que honestamente le resulta difícil. O mejor dicho, imposible. Esta fue la misma reacción que tuvieron los discípulos, quienes luego de escuchar a Jesús, su primera respuesta fue… “Muéstranos cómo aumentar nuestra fe.” Ellos entendieron, que a menos que Jesús estuviera en medio de esa situación, no podrían hacerlo.

Cuando los discípulos piden fe para perdonar, Jesús no los contradice… “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza” porque en efecto, hay ocasiones en las que perdonar requiere más que la voluntad humana, requiere la ayuda del cielo.

Aquí Jesús nos enseña algo interesante: perdonar no es una cuestión de justicia, es una cuestión de fe.

Como mirábamos ayer, habrá personas que se disculpen y a los minutos después vuelvan a ofenderte. Peor aún, habrá personas que te ofendan y jamás se disculpen. ¿Entonces qué hacemos, guardar la ofensa de por vida esperando justicia? ¿Nos vengamos? Jesús propone que lo hagas en fe, confiando que él está obrando a favor de los que le aman. En fe de que está en control de todas las cosas. En fe, de que estarás mejor si perdonas.

Mucha de la sanidad de nuestro corazón, depende de la fe que tengamos en que Jesús cuida de nosotros.

Nuestra oración para hoy es que recibas estas palabras como si Jesús te las dijera: Créeme vas estar bien, suéltalo. Déjalos ir.