De Simpatizantes a DiscípulosMuestra

Tercero, es necesario pasar tiempo de calidad con nuestro maestro.

Recuerdo durante la pandemia en el año 2020 millones de estudiantes en todo el mundo tuvieron que continuar sus estudios frente a una computadora en sus casas por meses. Mis hijas lo hicieron también, pasaban horas en su habitación tomando sus clases por video llamada junto a sus demás compañeros y un maestro. Me doy cuenta de que el aprovechamiento en ese tiempo fue realmente bajo, mis hijas casi no recuerdan nada de lo que recibieron en ese periodo.

Algo muy importante que aprendí con el tiempo acerca de ser discípulo de Jesús es que la dinámica del discipulado funciona de la siguiente manera: El maestro quiere estar contigo y tú debes pasar tiempo con tu maestro. Nada será más efectivo que eso porque el discipulado es mucho más que solo recibir información o enseñanza es una dinámica de relación, de conexión y comunión.

La relación de Jesús con sus discípulos no fue solo pedagógica, fue una relación de amor y de amistad. Sus discípulos no solo recibieron sus enseñanzas sino a través de la relación llegaron a conocer el corazón de Jesús.

Esto es sumamente importante, tú no puedes conocer el corazón de la persona con la que no mantienes una relación estrecha. Nunca vas a entender a Jesús, sus deseos, sus indicaciones y mandamientos a menos que conozcas su corazón. Para que tú llegues a ser un verdadero discípulo del Señor no basta con aprender acerca de él, debes pasar tiempo de calidad con Jesús en oración.

Como discípulo debes hacer de la oración un estilo de vida, esta dulce y hermosa disciplina desarrolla amistad, unidad y afinidad con el maestro. Esto es demasiado importante, pasar tiempo con Jesús es clave, no llegaríamos nunca a ser como Él sin pasar tiempo en su presencia.