168, ¡ni más ni menos!Muestra
La oración, la única forma de ahorrar tiempo si somos responsables
Lo que es paradójico con Dios es que nos pide que realicemos cosas imposibles mientras hacemos cosas sencillas. Son nuestra obediencia y nuestra fe las que activan su favor y su acción.
"No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—"(Zacarías 4:6).
Hacer las cosas por el Espíritu del Señor significa que, en la oración, recibimos su fuerza, su creatividad, sus recursos, su provisión, sus ideas, sus soluciones, su planificación, sus estrategias, su paz.
Ya te dije al principio de este plan de lectura que no podemos añadir "canicas de tiempo" a nuestra vida. Cada uno tiene 168 horas a la semana. Así que nos toca a nosotros decidir si queremos esforzarnos mucho para obtener pocos resultados, o, depender enteramente de Dios para verle realizar lo que nunca habríamos podido hacer si le hubiéramos dedicado todo nuestro tiempo (Salmo 127).
La oración no sirve para convencer a Dios de que nos ayude, ni para que se compadezca de nosotros. La oración es lo que nos permite recibir sus revelaciones, sus secretos. La oración por el Espíritu, especialmente el hablar en lenguas, es lo que provoca las descargas divinas en nuestras vidas. Es el Espíritu Santo quien pide directamente al Padre lo que necesitamos, incluso lo que no sabemos que existe.
El pensamiento común y el liderazgo nos dicen que para obtener más hay que trabajar más. Esta forma de pensar nos lleva a descuidar el resto de nuestra vida y a ser desequilibrados. Creo que para rendir más, debemos depender más de Dios, de la obra de los ángeles y de su Espíritu. Esta dependencia se activa cuando pasamos tiempo con él en la adoración y la oración en el Espíritu.
Cuando desacelero para escuchar a Dios, él me hace avanzar más rápido. Es un poco como entrar en un ascensor y esperar: cuando las puertas se abren unos segundos después, decenas de pisos más arriba, fuimos mucho más rápido que en las escaleras, aunque no estuviéramos haciendo nada en el ascensor.
Cuando dejo de agitarme para entrar en la presencia de Dios, Él me impulsa por su Espíritu a lugares donde mis propias fuerzas no pueden llevarme.
Te invito a descubrir cómo escuchar la voz de Dios y vivir lo sobrenatural de Dios en tu vida diaria leyendo mi libro 21 días escuchando a dios. Puedes descargar las primeras 100 páginas aquí.
David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios
Acerca de este Plan
168 es la cantidad de horas que tiene cada ser humano durante una semana. Ni más ni menos. El salmista gritó: "Enséñanos a contar bien nuestros días". En nuestra sociedad ajetreada, contar nuestras HORAS se ha convertido en algo vital. Te invito a reflexionar en los próximos días sobre cómo invertir y distribuir tu tiempo SEGÚN DIOS.
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Nos gustaría agradecer a DAVID THÉRY por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://mailchi.mp/davidthery.com/21-das-escuchando-a-dios-extracto-gratuito