Gen JMuestra
CIUDADES REFUGIO.
No sé si alguna vez jugaste a “la tiña” (o "mancha" en otros países). La idea de ese juego era simple: debías correr evitando ser tocado por alguien. Lo interesante es que siempre había una base o lugar seguro en el cuál podías descansar y nadie podía tocarte. De igual forma, pero guardando las proporciones, las ciudades refugios fueron seis localidades sacerdotales establecidas por Dios en Canaán dónde, cualquier homicida involuntario, podía correr hacia una de ellas y encontrar auxilio y provisión. Las ciudades refugios estaban distribuidas tres a cada margen del río Jordán (Jos. 20:7) y sus nombres eran Cedes, Golan, Siquem, Hebrón, Bezer y Ramot de Galaad.
En aquel entonces, y según la costumbre patriarcal, el familiar más cercano a una víctima de homicidio tenía la obligación cultural de vengarse. Si en medio de sociedades primitivas o en conformación, como las de aquel entonces, el concepto de justicia era retributiva (“Ojo por ojo, diente por diente”), el sólo hecho de que Dios haya establecido las ciudades refugio, ya era una propuesta de justicia más elevada y que hacia de Israel un pueblo mucho más justo que los pueblos paganos de su alrededor. Más tarde Jesucristo, en pleno Sermón del Monte, propondría una justicia aún más elevada, la del amor y el perdón a los enemigos (Mt. 5:38-48). El punto es este: lo que Dios proveyó socialmente para Israel en tiempos de Josué, es Cristo espiritualmente para nosotros hoy. Aún así, para aquella ocasión el victimario debía ser hallado legalmente inocente para disfrutar del beneficio de permanecer en una ciudad refugio, entre tanto que nosotros fuimos transgresores y culpables de condenación pero aún así Jesús nos amó y perdonó (Ro. 3:23-24; 5:7-8; 8:1; Ef. 2:4-9 y Col. 2:13-15).
Ejercicio: Es común que busquemos en amigos un lugar seguro en cual podamos descansar. Pero seguramente ya comprobaste que aún los amigos fallan y no siempre pueden estar para ti cuando más
los necesitas. Sólo Jesús es el amigo que nunca falla. Él es un santuario para tu corazón y quiere ser tu ciudad refugio. En oración, dale gracias porque ha quitado de ti el peso de la condenación y, a cambio, te ha regalado su amor y perdón incondicional.
Acerca de este Plan
¿Cómo es el carácter de alguien usado por Dios? ¿Te has hecho alguna vez esa pregunta? En la Biblia, Josué representa la genética de un conquistador. Desarrolla este plan de lectura de cinco días y descubre principios claves que te permitirán ser usado por Dios para reflejar su gobierno aquí en la tierra.
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Nos gustaría agradecer a Andrés Stuardo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.nuevasgeneraciones.cl/