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Fuimos Perdonados Para PerdonarMuestra

Fuimos Perdonados Para Perdonar

DÍA 3 DE 7

No hay excusa

Es cierto que hay heridas que parecieran no pudieran ser sanadas. También es cierto que hay cosas que nos son más fáciles de perdonar que otras; nuestra naturaleza caída siempre va en oposición a la gracia recibida a través de Jesús. Sin embargo, a través del Espíritu tenemos dominio sobre la carne, de lo contrario, en el caso que nos compete, sería imposible perdonar conforme lo debemos hacer: perdonando de manera gratuita, por gracia y misericordia, tal cual fuimos perdonados.

No hay raciocinio humano alguno que pueda explicar el por qué sin merecerlo, fuimos mirados con bondad por Dios y por su Hijo Jesús, para ser perdonados. Es la gracia; no lo merecíamos, pero fuimos perdonados.

Recuerdo aquellos días cuando mis ojos fueron abiertos a la revelación de Jesús en mi vida, cuando me encontró en la perdición en la que andaba; cuando por el Espíritu pude experimentar la convicción de pecado y el arrepentimiento que me permitió reconocerlo como mi Salvador. Recibí el don del perdón que me reconcilió con Dios; retumba en mí, el amor que por su gracia recibí: "Sé lo que eres, pero te perdono; sé lo que has hecho, pero te perdono". ¿Cómo no entregar el perdón a otros bajo esta misma gracia?:"te perdono a pesar de cómo eres; te perdono, a pesar de lo que has hecho".

Bajo tan sobrenatural gracia no hay excusa para no perdonar a otros. No hay nada imperdonable para alguien cuya gracia ha abrazado. Jesús nos otorgó el perdón por nuestra desobediencia y por nuestros pecados sin ningún mérito; una vez el Espíritu nos quebrantó y nos llevó al arrepentimiento, recibimos el perdón; fuimos restaurados y puestos en la relación correcta con Dios, eternamente, como hijos suyos.

Entonces ¿cómo dar lugar al resentimiento, al rencor, al odio, a la falta de perdón, después de haber sido partícipes de tan sublime gracia? Puede ser que hayan heridas que tomarán un poco más de tiempo en sanar que otras, depende de aquello a lo que tengamos que morir, del entendimiento que debemos recibir y del perfeccionamiento que tenemos que sufrir; la sanidad que da el Espíritu, trae consigo restauración y regeneración.

Es indudable que el perdón es un don que gratuitamente hemos recibido y que gratuitamente hemos de entregar como hijos de Dios. No importa qué debamos perdonar ni a quién debamos perdonar; fuimos perdonados para perdonar, para dar por gracia, lo que por gracia hemos recibido. Nuestro Padre, se encargará de la tarea más ardua a través de su Espíritu; de sanar, restaurar y regenerar nuestro corazón.

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Acerca de este Plan

Fuimos Perdonados Para Perdonar

Solo podemos perdonar a la luz del sacrificio de Jesús y de la gracia con la que Él nos miró, a pesar de no merecerlo. Confío en que este plan que, me ha inspirado el perdón recibido por medio Jesús, pueda serte útil para comprender que el perdón se otorga de la misma manera en que lo recibimos, por gracia.

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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo