De nada - Una manera de servirMuestra
Es tu turno
Ya casi al final de esa canción, y a punto de despedirnos de nuestro amigo Maui, hay una última frase que dice: “Te toca a ti decir: de nada”.
Sigamos el ejemplo de Cristo según Efesios 5:1-2: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. Sed pues imitadores, nos señala esta porción y 1 Pedro 2:21 dice: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. Dándonos ejemplo acabamos de leer, Cristo padeció para darnos ejemplo, para seguir sus huellas.
Juan 13:34-35: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Mateo 20:28 dice: “Así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”.
Nos queda claro que Jesucristo en todo momento nos predica con el ejemplo y nos llama a seguir ese ejemplo. El nos ama a todos, amemos a todos. También nos da ejemplo de servir unos a otros, el mismo señala que vino a servir no a ser servido y que debemos hacer lo mismo unos con otros. Dice Juan 13:14-17: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”. Nos pide que estemos dispuestos a ayudar a los demás, no importa a quien estemos ayudando porque ni somos más, ni somos menos que otros, solo somos siervos de Dios que seguimos su ejemplo de amor y misericordia para con todos. Esta porción termina diciendo: “Bienaventurados seréis si las hicieres”. Cristo nos promete que seremos bienaventurados, lo cual significa ser doblemente feliz, ¿lo imaginas? Hay recompensas por servirle a nuestro Dios, por seguir su ejemplo, pero de eso hablaremos mañana. Por ahora piensa en lo siguiente:
¿Cuándo pienso en querer seguir a Cristo, reconozco que eso conlleva servir a los demás sin distinción?
Si Cristo nos muestra que vino a servir, ¿qué me impide hacer lo mismo por los demás?
Acerca de este Plan
Desde pequeños nos enseñaron a dar gracias por todo lo que recibimos. Es muy importante, pero pocas veces nos enseñaron a decir “De nada”, que es la respuesta que damos tras haber recibido un “Gracias”, lo cual, a su vez, escuchamos tras haber hecho algo por alguien más. Reflexionemos juntos en cómo vivir una vida de servicio a nuestro Dios donde digamos “De nada” por servir a los demás.
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Nos gustaría agradecer a Daniel Osorio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/esavocecita