De nada - Una manera de servirMuestra

Gracias

El decir “De nada” es el resultado de ayudar a los que lo necesitan y por ello Dios nos dará motivos de decir gracias. Porque el señor nos dará la recompensa, ¿cuál?, dice Proverbios 11:25: “El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado”. Dios recompensará nuestro servicio.

Tomando en cuenta que todo lo que hacemos, lo hacemos para la gloria de Dios, es importante mantener una vida de servicio para los demás, pues estamos llamados a eso, a servir.

Todos los días recibimos el favor de Dios en muchas maneras en nuestra vida. Jesucristo mismo, nos enseñó lo que es servir en cualquier oportunidad que se presentaba. Pablo nos exhorta a ser imitadores de Dios en Efesios 5:1: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados”, lo cual conlleva a vivir dando con amor, así como nosotros recibimos con amor de su parte, como hijos amados.

Si estamos dispuestos a seguir a Cristo, debemos estar dispuestos también a servir y nuestro Señor lo verá, lo tomará en cuenta. Dice Juan 12:26: “Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará”.

Nada de lo que hagamos será en vano. Dice 1 Corintios 15:58: “Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano”.

A lo largo de este plan hemos visto lo importante de servir a los demás, haciéndolo de corazón, con gozo, ayudando a quien lo necesite, cuando lo necesite. No haciéndolo por vanagloria, sino porque es lo que nos enseña nuestro Dios a través de su Palabra. En todo esto encontramos bendición, porque el Señor desde su trono lo verá y aunque no esperemos nada a cambio, nuestro Dios nos dará su recompensa, lo cual nos va a dar uno y mil motivos más para decirle: Gracias.

Que el favor de nuestro Dios se manifieste en tu vida todos los días. Que tu corazón se muestre agradecido en todo y por todo y que ese mismo gozo por recibir sea el mismo gozo que te impulse a servir ayudando a quien cruce tu camino. Que el Señor te guie para ser ese siervo dispuesto a ayudar a los demás y que cada día puedas decir “De nada”. Dios te bendiga y guarde.