Marcado, Transformado Por La PalabraMuestra

«¡Presiona para tomar la Palabra en tu corazón!»

Cuando buscamos conocer al Señor lo amamos, encontramos que nuestra obediencia trae abundante bendición. A través de experimentar a Dios en nuestra búsqueda de conocerlo más íntimamente y obedecer su Palabra, descubrimos en primer lugar la integridad de Dios. El Dios que prometió está lleno de fe, para llenarnos de sus promesas.

En la medida que memorizamos, meditamos, y movilizamos la Palabra de Dios a nuestras vidas, más se parece nuestra fe a la de un niño. Nosotros creemos en Él, sin importar la circunstancia. Mientras que tomamos consistentemente su Palabra, comenzamos a tomar las responsabilidades y premios de ser sus escogidos.

Este es el proceso de memorización para atesorar la Palabra en tu corazón, un versículo cada semana, 52 versículos en el año. Si sigues este proceso para memorizar, tendrás en poco tiempo atesorado en tu corazón grandes riquezas de los pensamientos de Dios que dirigirán tu vida.

Día uno: Provoca intencionalmente la memorización y meditación

1. Elige un versículo para memorizar esta semana. Ora, pregunta a Dios que pruebe esta escritura en tu vida de una manera muy práctica. Pide que te de un nuevo alumbramiento en este versículo.

2. Usa el proceso de meditación presentado en el devocional “Medita, mastica la Palabra y considera su significado” en esta misma aplicación, para cementar este verso en tu mente. Realiza otra copia del proceso de meditación para usar con tu nuevo versículo. 

3. Toma la libreta espiral con tarjetas de memorización de versículos contigo a todos lados, donde vayas, para revisar el versículo mientras viajas en tu auto, mientras lavas tus dientes, lavas la ropa, esperas en una fila, antes de cada comida, y antes de ir a dormir cada noche. Busca oportunidades para probar la verdad del versículo a lo largo del día.  

Día dos a siete: Vive intencionalmente

1. Conéctate con una persona a quien rindas cuentas, y comparte tu nuevo versículo.

2. Ora el versículo para ti mismo y otros.

3. Comparte el versículo con alguien cada día, como un mensaje de fortaleza, en un correo electrónico, una conversación telefónica, o una nota.

4. Mantente alerta a las oportunidades de probar el versículo en tu vida.

5. Encuentra motivación a través de cumplir metas a corto plazo. Por ejemplo, da el regalo de la Palabra memorizada a alguien especial.  Cita tu versículo memorizado como una bendición para alguien o para el cumpleaños de un miembro de la familia o una ocasión especial.

Nuestras vidas vienen a ser marcadas y transformadas por la Palabra de Dios. ¡Comienza hoy mismo!