[Recordado por Dios] Cinco cualidades de un hombreMuestra

Andrónico y Junias

Pablo nos presenta a una pareja que se convirtió en seguidora de Cristo incluso antes de que él lo hiciera. Estas personas fieles son un poderoso recordatorio de la importancia de los ejemplos piadosos en nuestra vida. Eran judíos, compañeros de prisión, y su compromiso con Cristo llamó la atención de los apóstoles. Sus vidas decían mucho sobre su fe, lo que los hacía dignos de mención a los ojos de todos los que se encontraban con ellos. Como personas, debemos asegurarnos de tener ejemplos piadosos que puedan guiarnos, corregirnos y ayudarnos en el camino.

Nosotros también estamos llamados a ser faros de luz en un mundo desesperado por guía. Pablo anima a los creyentes a ser fieles a sus familias y a la familia de Dios. Hombres, quienes deben predicar con el ejemplo, mostrando a otros hombres lo que significa vivir como personas piadosas (Tito 2:1-2, 6-7). Del mismo modo, las mujeres desempeñan un papel importante en la enseñanza y la guía de otras mujeres, para reflejar la belleza de la feminidad y los valores de Cristo (Tito 2:3-5).

La influencia de los ejemplos piadosos se extiende más allá de las meras palabras o enseñanzas. Implica encarnar nuestros principios y vivirlos a diario. Las Escrituras nos recuerdan la importancia de la tutoría y su impacto en nuestro crecimiento espiritual. Los ejemplos incluyen a Jetro como mentor de Moisés, Elí quien guio a Samuel, Jesús quien se invirtió en sus discípulos y Pablo se derramó en Timoteo. Estas relaciones nos permiten aprender, crecer y madurar en nuestra fe.

Incluso si no tuviéramos una figura paterna en nuestras vidas, podemos buscar la provisión de Dios para un mentor espiritual. Los mentores son cruciales para nuestro desarrollo, ya que ofrecen su sabiduría, experiencia y apoyo. Las películas a menudo muestran poderosas relaciones de tutoría, como las que existen entre Rocky y Creed, o Gandalf y Frodo.

Considera el impacto de las amistades genuinas construidas sobre la tutoría. Un hombre de negocios se convirtió en mi mentor y nos reunimos para desayunar semanalmente durante toda una década. Su sabiduría y guía jugaron un papel invaluable en la formación de mi vida. Tu relación podría ser una llamada semanal o una reunión con alguien en quien confíes. Tales conexiones pueden transformar nuestras vidas y animarnos a mantenernos en el camino correcto.

El llamado a ser un ejemplo piadoso no se limita a unos pocos elegidos; es una responsabilidad que recae sobre cada uno de nosotros. Nuestras vidas tienen el potencial de impactar a los demás de manera profunda. A medida que nos esforzamos por vivir nuestra fe, seamos conscientes de la influencia que podemos tener en quienes nos rodean. A través de la tutoría, el ánimo y predicar con el ejemplo, podemos moldear la vida de los demás, inspirándolos a seguir los pasos de Cristo.