EL PODER HONRAR A NUESTRA ESPOSA

Así mismo, el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo (Efesios 5:28 NVI).

¿Verdaderamente crees que amas a tu esposa como Cristo amo a la Iglesia? Con esta pregunta podemos responder si verdaderamente estás haciéndolo. Si no es así, nuestro deseo es que después de leer esto, empieces a amarla como Dios quiere que lo hagas.

En el momento de tu matrimonio declaraste que la cuidarías en su bienestar espiritual, físico y emocional, es tu deber como cabeza de hogar, amarla sin límites como Cristo amo a la iglesia: hasta la muerte, pues en esto consiste el verdadero amor que Dios te pide para tu esposa, pero ¿cómo lo haces? Debes buscar su bienestar satisfaciendo sus necesidades, hablándole con amor y respeto, recordando siempre que es el vaso frágil no por ser tú más que ella, sino porque es delicada; no menospreciando sus palabras, siempre dirigiéndote a ella con amor y respeto; si necesita ayuda física, proporcionársela; dignifica su labor como madre y ama de casa y de esta forma tus oraciones serán escuchadas por Dios.

Pero en esta forma de honra, las mujeres tenemos un papel importante porque muchas veces con la perspectiva del mundo del feminismo malinterpretado, no permitimos que nuestros esposos nos honren y de esta forma nos convertimos en piedras de tropiezo para que ellos puedan recibir el galardón y recompensa al honrarnos. No seamos necias y permitamos que nuestros esposos nos amen como Cristo amo a la Iglesia.

De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, cada uno trate a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes (1 Pedro 3:7 NVI).

Oración:

Señor, hoy como esposo, te pido perdón por las veces en que no he honrado a mi esposa amándola, respetándola y cuidándola. Desde hoy me comprometo como seguidor de Cristo a seguir tu ejemplo en la forma que amas a tu iglesia. En el nombre de Jesús, Amén.

Señor, hoy como esposa te pido perdón por las veces que he sido piedra de tropiezo al no dejar que mi esposo me honre, desde hoy me comprometo a permitirle que me ame como tu Palabra lo dice para que sus oraciones no sean perturbadas por mi conducta. En el nombre de Jesús, amén.

¿Honro a Dios al Honrar a mi esposa? Recordemos que, al hacerlo, recibimos la recompensa de que nuestras oraciones serán escuchadas.