EL PODER DE HONRAR A NUESTROS HIJOS

Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte (Salmos 127:3 NTV).

¿Piensas que tus hijos son verdaderamente un regalo de Dios? Muchas veces nos podemos encontrar ante situaciones de hijos no deseados, si este es tu caso, entiende la importancia que tiene ser padre o madre ante los ojos de Dios, pues Él nos los ha dado como herencia para el cuidado, guía y protección.

Una de las principales formas en que honramos a nuestros hijos es a través de nuestra forma de hablar. ¿Reafirmas a tu hijo cuando hace algo bien? ¿Críticas y expones a tu hijo cuando comete algún error? Nuestras palabras son muy importantes en la autoestima de un hijo, por medio de ellas podemos formar hombres y mujeres temerosos, desaprobados, inseguros al enfrentar la vida; o, por el contrario, seguros, aprobados, decididos y bien fortalecidos en la Palabra de Dios a pesar de sus condiciones y habilidades. Otra forma de honrar a nuestros hijos es disciplinándolos con amor para que puedan llevar una vida con principios espirituales, morales y éticos que les ayuden a defenderse y desenvolverse en un mundo caído, guiándolos en amor y respeto a cumplir el propósito que Dios tiene para sus vidas.

Y, por último, enseñándoles la importancia espiritual que tiene el honrar a sus Padres, pues esto les traerá éxito y larga vida a sus vidas. Pastoreemos el corazón de nuestros hijos, pues como dice la Palabra: todo lo que sembremos en ellos perdurará hasta su vejez.

No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo a tiempo (Proverbios 13:24 NVI).

Instruye al niño en el camino correcto y aun en su vejez no lo abandonará (Proverbios 22:6 NVI).

Oración:

Señor, hoy te pido perdón por las veces en que no he honrado a mis hijos, te doy gracias por su vida y entiendo la gran herencia que me has dado. Desde hoy me comprometo a seguir tu ejemplo como padre, con disciplina, amor, tolerancia y bendecirlos en cada etapa de sus vidas. En el nombre de Cristo de Jesús, amén.

¿Honro a Dios al honrar a mis hijos? Recordemos que, al hacerlo, recibimos la recompensa de vivir la alegría al verlos triunfar, ver tu protección, cuidado y compañía cuando como padres envejecemos.