El Servicio Como Expresión De AdoraciónMuestra

Llevar el amor hasta el fin

Cada uno de los Evangelistas tiene una manera de contar la vida de Jesús. Juan, presta mucha atención a sus últimos días en la tierra. En sus comentarios busca darnos un cuadro más completo para un entendimiento más profundo mientras nos va relatando las escenas: Jesús estaba con sus discípulos, Judas estaba a punto de salir de allí para traicionarle y esto anunciaba el inicio del fin de sus días en la tierra. Es aquí donde Jesús demuestra una característica del servicio conforme su corazón: el amor.

Hace poco estuve en una sala de emergencias por una cirugía imprevista, a mi lado estaba una pareja joven que tuvo que dejar a su hijo en hospitalización. Ellos no estaban preparados para pagar la cuenta y un hombre se les acercó discretamente, tomó sus manos con unos billetes y mientras les miraba a los ojos les susurró: Yo también soy padre sé lo que significa tener tu hijo así.

El servicio debe ser la expresión del amor, así como la sencillez de sus actos una expresión de profundidad. Si queremos ser siervos a la manera de Jesús, o si queremos servir a causas que trascienden, no podemos servir como si fuéramos una tuerca o pieza intercambiable. Un servicio que agrada a Dios no puede ser resultado del deber ni una estrategia para que “tu equipo logre algo”. Si lo hacemos así, no estaremos reflejando la naturaleza de Dios. Él no vino para hacer transacciones comerciales, Él vino para transformar vidas. Cuando el amor está impulsando al servicio nos está diciendo que servimos como quién ama y es digno de amor.

Antes de ver los pies sucios, Jesús ya se había conectado con sus discípulos, el resto fue un acto sencillo y profundo de expresión de amor que decía mucho por medio de esos actos. Primero nos conectamos con las personas a las que servimos, recuerda amar y entender el dolor del otro nos lleva a otro nivel de compasión, no servimos desde arriba, servimos conectados desde adentro. Querer servir sin conectarnos primero nos puede llevar a la lástima que es lo más lejano a la compasión.

Que Dios nos conceda mirar el corazón de las personas que deseamos servir para librarnos de la soberbia y también recibir lo que Dios nos quiere enseñar en medio de acciones sencillas.