Aquí Estoy, Señor: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra
Volví a perder la calma
No tengo la intención de hacerlo; en verdad no la tengo. Señor, yo sé lo que tú dices en tu palabra: “Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo” (Salmo 37:8). Pero tengo un punto de ebullición, y parecería que todas las personas que hay en mi vida siempre me estuvieran provocando.
¿Es que no ven lo mucho que me esfuerzo por mantener todo en orden? ¿No pueden comprender las cosas que trato de decirles? ¿No se dan cuenta de que no puedo soportar que se rían de mí?
Supongo que sólo estoy presentando excusas. Reconozco que ofendo a las personas cuando me enojo. Al comienzo me siento muy bien; me gusta la oleada de adrenalina, dejarme llevar por el desenfreno. Pienso que si permito que la furia salga de mí, no estaré reprimido interiormente. Pero le hago daño a la gente, y sé que te ofendo a ti también.
Lo siento, Señor; te ruego que me perdones. Ayúdame a tener la humildad y también la gracia para pedirles perdón a las personas que tuvieron que soportar el peso de mis reproches. Te ruego que me envíes una medida especial de tu Espíritu y que remplaces mi ira con paz interna. Ayúdame a escuchar más y a vociferar menos. Ayúdame a confiar más en las otras personas y a vencer mis inseguridades. Ayúdame a confiar en que tú harás que al final todas las cosas resulten para bien. Tú eres bondadoso conmigo, y tu misericordia es para siempre.
No tengo la intención de hacerlo; en verdad no la tengo. Señor, yo sé lo que tú dices en tu palabra: “Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo” (Salmo 37:8). Pero tengo un punto de ebullición, y parecería que todas las personas que hay en mi vida siempre me estuvieran provocando.
¿Es que no ven lo mucho que me esfuerzo por mantener todo en orden? ¿No pueden comprender las cosas que trato de decirles? ¿No se dan cuenta de que no puedo soportar que se rían de mí?
Supongo que sólo estoy presentando excusas. Reconozco que ofendo a las personas cuando me enojo. Al comienzo me siento muy bien; me gusta la oleada de adrenalina, dejarme llevar por el desenfreno. Pienso que si permito que la furia salga de mí, no estaré reprimido interiormente. Pero le hago daño a la gente, y sé que te ofendo a ti también.
Lo siento, Señor; te ruego que me perdones. Ayúdame a tener la humildad y también la gracia para pedirles perdón a las personas que tuvieron que soportar el peso de mis reproches. Te ruego que me envíes una medida especial de tu Espíritu y que remplaces mi ira con paz interna. Ayúdame a escuchar más y a vociferar menos. Ayúdame a confiar más en las otras personas y a vencer mis inseguridades. Ayúdame a confiar en que tú harás que al final todas las cosas resulten para bien. Tú eres bondadoso conmigo, y tu misericordia es para siempre.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios sabe que algunas veces nuestras lenguas y nuestros cerebros no tienen las palabras para expresarle a él lo que queremos, por eso él nos dio el bello libro de los Salmos para darnos esas palabras y pensamientos que necesitamos para hablarle a él. Estas devociones, una para cada día del mes, utilizan Salmos para ayudarle a expresar al Señor sus necesidades, pesares, y alegrías.
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Este plan fue creado por LifeChurch.tv.