Triunfando en las PruebasMuestra

No es sólo una historia

Leer: 2 Pedro 1:16-18

EOAO: 2 Pedro 1:18

Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo

En el texto

Cuando Pedro habla aquí de la transfiguración de Jesús, no es un relato de segunda mano. Él estaba ahí. Fue testigo de las majestuosas túnicas blancas y escuchó la voz de Dios (Mateo 17:1-13). Es un relato de primera mano de alguien que estuvo incluido en este encuentro celestial. Cuando Pedro comparte sus recuerdos de estar con Jesús durante esa transfiguración milagrosa, es como si nos invitara a sentarnos con él y escuchar una historia personal. En aquellos días, las historias eran latidos del corazón transmitidos de un creyente a otro, y la estrecha relación de Pedro con Jesús lo colocó en una posición única de confianza. Cuando habla de la transfiguración, no es solo para un registro histórico. Es un recordatorio íntimo de la naturaleza divina de Jesús, compartido con la calidez de un querido amigo que recuerda un recuerdo preciado. El testimonio de Pedro como testigo ocular, que ha sido escrito y registrado para las generaciones de cristianos que lo siguieron, es un abrazo sincero que nos reafirma en las verdades profundas que apreciamos en nuestra fe.

¿Por qué Pedro incluiría este evento en su carta? Porque la transfiguración no fue solo una manifestación milagrosa de la gloria de Jesús, sino que fue un testimonio de las doctrinas fundamentales de nuestra fe cristiana. Primero, afirma que Jesús es el Hijo de Dios. Si algún maestro cristiano niega la deidad de Jesús, entonces ese maestro es un falso maestro.

Además, este evento da peso al sacrificio que Jesús hizo por nosotros. La cruz no fue sólo un evento histórico. Fue la manifestación del amor en su forma más pura, Jesús sacrificándose por nuestros pecados.

La transfiguración también mostró un vistazo del magnífico reino de Dios. Fue un anticipo de lo que nos espera: un reino hermoso y real construido sobre el amor, la gracia y la gloria eterna.

Por último, entrelazadas en este evento celestial se encuentra la lección del sufrimiento y la gloria. Así como Jesús pasó por un sufrimiento inmenso para luego ser glorificado, nosotros también enfrentaremos pruebas en nuestras vidas. Pero recuerda no tener miedo. Al otro lado de esas pruebas aguarda una gloria inimaginable.

Oración

Querido Señor Jesús, mientras reflexionamos sobre la transfiguración, que el testimonio de Pedro no solo afirme nuestra fe, sino que también nos acerque a Ti, revelando la profundidad de Tu amor y Tu asombrosa majestad. Fortalece nuestra determinación de caminar fielmente contigo todos los días. Amén.