Triunfando en las PruebasMuestra

Fundamentados en la Palabra de Dios

Leer: 2 Pedro 1:19-21

EOAO: 2 Pedro 1:20-21

Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía ha tenido su origen en voluntad humana, sino que los santos hombres hablaron de parte de Dios inspirados por el Espíritu Santo.

En el texto

Durante los días de Pedro, muchos falsos maestros tergiversaban la Palabra de Dios para adaptarla a sus propios planes, lo que hacía que muchas personas se desviaran. No es diferente en nuestros días. Pedro se pronuncia firmemente en contra de esto y afirma la autenticidad y la revelación divina de la Biblia. Afirma que la Palabra de Dios no es producto de pensamientos humanos; es inspirada por Dios, tal como dice Pablo en 2 Timoteo 3:16-17. Pedro defiende la Biblia afirmando que los escritores no dieron su propia interpretación, sino que escribieron lo que Dios habló a través de ellos por el poder del Espíritu Santo. No fue su imaginación. Fue la revelación de Dios. La Biblia es la carta de amor de Dios escrita a Sus hijos para contarles Su gran historia de redención a través de Jesucristo.

Cada versículo, cada parábola y cada profecía fueron escritas bajo la guía del Espíritu Santo. ¿Los autores? Eran hombres, elegidos por Dios, que no escribieron según su propia sabiduría, sino que actuaron como vasos de las revelaciones divinas de Dios. ¿Significa esto que eran meros títeres del Espíritu Santo? No. Escribían en su propio estilo con palabras que las personas que los rodeaban entenderían, pero el Espíritu Santo los guió a escribir las verdades de Dios. La Biblia no es palabras de hombres sino las palabras directas de Dios escritas a aquellos a quienes ama.

La Biblia fue escrita para la persona común y corriente, no solo para la élite teológica. Por eso no necesitas un título en teología para entender la Palabra de Dios, pero sí necesitas el Espíritu Santo. Al leer la Biblia, necesitas que el Espíritu Santo te ilumine y te ayude a obtener una mayor comprensión y aplicación en tu vida.

Deberíamos estar agradecidos por los talentosos maestros bíblicos de nuestras iglesias y seminarios, ya que nos ayudan a obtener una mayor comprensión. Sin embargo, no debemos confiar únicamente en ellos, sino que también debemos estudiar la Biblia por nosotros mismos, confiando en el Espíritu Santo para aclarar el significado.

Mientras esperamos el regreso de Jesús, debemos asegurarnos de leer la Palabra de Dios para no ser engañados. Cuando estamos cimentados en la Palabra de Dios y guiados por el Espíritu Santo, no seremos influenciados fácilmente por enseñanzas falsas y engañosas. En cambio, seremos capaces de mantenernos firmes, animados con las promesas siempre duraderas de Dios.

Oración

Querido Señor Jesús, gracias por el regalo de Tu Palabra. Ayúdame a apreciar sus verdades, a apoyarme en la guía del Espíritu Santo y a mantenerme firme contra cualquier distorsión. Que siempre esté anclado en Tus verdades eternas. Amén.