¿Te atreverías a ser generoso en maneras nuevas?

Hoy es un buen dia para explorar nuevas formas de ser generoso. Para llegar a ser más generoso en general es importante tratar de serlo en algún(as) área(s) en particular primero, de manera sostenida y que se llegue a expandir a otras áreas de nuestra propia vida.

No tiene tanto que ver con lo que logramos externamente (impacto en otros), sino que se trata más bien del territorio que logramos conquistar en nuestro mapa interno, del nivel de libertad y desprendimiento que logramos, y la radicalidad de nuestra obediencia al Señorío de Jesucristo en nuestras vidas.

Puedes empezar por ser más generoso con las entidades básicas a tu alrededor (familia, iglesia, comunidad, etc.). Puede ser también experimentando ser generoso en algún área de vida en la que no lo hayas sido mucho o en lo absoluto. Puedes también ser generoso con personas u organizaciones con quienes no lo has sido. En fin, puedes chequear en qué áreas estas siendo o puedes ser más generoso: tiempo, relaciones (contactos), talento, conocimiento, experiencia, influencia, trabajo, servicio, cuidar a otro(s), hospitalidad, compasión, testimonio, perdón, entre otros.

Recuerda que la generosidad es como un músculo, que mientras más lo ejercitas, más crece. Y eso es precisamente lo que esperamos, que seas intencional en crecer al menos un poco, diariamente, en la gracia de dar, hasta que se convierta en un estilo de vida integral, sostenido, y expansivo.

Para reflexionar: ¿Con cuál(es) de los recursos que Dios te ha dado pudieses ser más generoso? ¿En qué area nueva te gustaría probar el ser generoso?

Dr. Jesús Sampedro.