Adorar en Medio Del Dolor (Viviendo El Duelo De Un Embarazo Con Esperanza)Muestra

La batalla de la mente

Para la Gloria de Dios, luego de la pérdida de nuestro bebé, mi cuerpo sanó muy rápido y Dios nos bendijo con dos embarazos más en perfecta salud.

Sin embargo, aún lucho todos los días con una secuela que me dejó aquel proceso… la batalla en la mente.

Una de las armas favoritas del enemigo, son los pensamientos. Un pensamiento negativo puede llegar a afectar en nuestro ánimo, nuestra fe, nuestra identidad y en muchas áreas más.

Luego de la pérdida, muchos pensamientos de temor invadieron mi mente. “¿Podré tener un embarazo saludable y a término alguna vez?”. “¿Tendré problemas en mi fertilidad?”. “¿Podré cumplir mi sueño de ser mamá?”, resonaban en mi mente, una y otra vez. Al compartir lo que estaba sintiendo con mi esposo, pudimos meditar juntos en la Palabra y en oración, y entendí que estos pensamientos no venían de Dios. Eran mentiras que el enemigo estaba sembrando en mi mente y mi corazón, y la única forma de contrarrestarlo era con las verdades que mi Padre Celestial afirmaba sobre mi vida por medio de Su Palabra.

Con mis siguientes embarazos, muchas veces escuché comentarios como: “¿Y tan pronto lo anunciaron? Deberían esperar unas semanas”. “Bueno, pero aún está muy chiquito, hay que ver qué sucede…”. “Hasta la semana 12 no es seguro…”. Si les soy honesta, cada vez que escucho estos comentarios hacia mí o hacia otra persona, me hierve la sangre, ja ja. Sé que no lo hacen con mala intención, pero a veces no medimos el impacto que pueden tener nuestras palabras.

No permitas que estos pensamientos negativos echen raíz en tu mente y tu corazón.

Métete de lleno en intimidad con el Señor, sé intencional en tus tiempos a solas con Él, orando y meditando en Su Palabra, hazlo con tu esposo también. Pídele al Espíritu Santo que traiga siempre a memoria las verdades que están en la Palabra de Dios. ¡Aférrate a Sus promesas!

Que Dios sea tu refugio, tu fuente de seguridad, consuelo y fortaleza.