Encuentros con el Espíritu SantoMuestra

El conocimiento por experiencia

En los tiempos posbíblicos, muchos de los que fueron llenos del Espíritu Santo se vieron impedidos por las limitaciones de sus dones literarios, de decirnos bastante acerca de Él. Para ellos, el Espíritu Santo era uno a quién debía amarse y tener comunión al igual que el mismo Señor Jesús. No se enredaban en discusiones metafísicas sobre la naturaleza del Espíritu, pero no tuvieron ningún problema en experimentar el poder del Espíritu para vivir una vida santa y servir fructíferamente.

Así es que debería ser siempre, por ello es importante entender que:

● La experiencia personal, debe ser siempre lo primero en la vida real.

● El conocimiento directo es siempre mejor que el conocimiento por descripción, y el primero no presupone el segundo ni lo requiere.

Dediquémonos siempre a realizar obras buenas, no buscando nuestra propia gloria, ya que sabemos que somos salvos por gracia (Efesios 2:8-9) sino con el propósito de que, a través de nuestras acciones, aquellos que nos rodean se acerquen más a Jesús y lo acepten en su vida como su único Señor y Salvador.

Debemos hacer un cambio radical en nuestras vidas, dejando de hacer el mal y siendo siempre luz en medio de tanta oscuridad que hay en el mundo actual, para que Dios nos lave y nos limpie de todos nuestros pecados.

Oración:

Espíritu Santo, ayúdame a tener una vida santa y un servicio fructífero. Que tu poder transformador actúe en mí para glorificar a Dios en todo lo que hago. ¡Amén!