Nacer De Nuevo, Crecer ConstanteMuestra

El pago de tu trabajo

Dios no llama gente para estar estáticos, no quiere adornos en su reino, necesita hombres y mujeres esforzados para hacer crecer su obra y llevar libertad a los cautivos, agua del vida al sediento, sanidad a los enfermos y vida a los muertos, es por ello que cuando te llamó, también con el llamado te dio una asignación que a medida que vas creciendo en sus caminos, te da a conocer.

Lo importante en todo esto, es que no será un trabajo en vano, tu trabajo trae consigo recompensa, así como para cada uno de los escogidos, esfuérzate para que tu trabajo sea hecho con excelencia, como para el Señor, no lo hagas a regañadientes o con desgane, ve con alegría a cumplir con tu asignación eterna y verás como Dios se encarga de cumplir contigo.

No trabajes mirando el pago de los demás ni comparando tu trabajo con el trabajo de otros, cada uno tendrá la recompensa que el Dueño de la obra prometió, indistintamente del tiempo en la viña, no pretendas que el tiempo será el que determine cuanto vas a ganar por tu trabajo, en el reino de Dios no es así, dependerá de tu esfuerzo y el amor que pongas en cumplir con tu asignación.

No te enfoque en tener un lugar de preeminencia en el cielo, piensa en cuanto puedes dar para traer almas a los pies de Cristo, a cuántos puedes librar de la muerte eterna, qué tanto puedes tú hacer en la obra de Dios, que tanto puedes bendecir a otros en lugar de buscar ser bendecido(a), te aseguro que hay mayor satisfacción y mérito en dar que en recibir.