¿Para Qué Fui Hecho?Muestra

¿Alguna vez te has enfadado con un amigo por algo que ha hecho, solo para darte la vuelta y hacer tú lo mismo? Escucha, todos hemos pasado por eso. Es muy fácil juzgar a los demás por las cosas que hacen y que nos hacen daño, pero es mucho más difícil mirarnos a nosotros mismos bajo la misma lupa. Ser sinceros sobre nuestras propias acciones y cómo pueden afectar a los demás. Jesús sabe que esto es algo con lo que luchamos, por eso nos recuerda que seamos sinceros sobre nuestros propios defectos en lugar de señalar las cosas que vemos a los demás. En lugar de preocuparnos por cómo viven los demás, podemos enfocarnos en cómo vivimos nosotros. ¿Están nuestras palabras, elecciones y acciones alineadas con la forma en que Jesús nos llama a vivir? Si no es así, ¡es nuestra señal para hacer un cambio, para acercarnos a aquello para lo que estamos hechos!

¿Cuál es un área de tu vida en la que puedes admitir con sinceridad que necesitas crecer? Ora hoy y pide a Dios que te ayude a ser sincero contigo mismo sobre las cosas en las que puedes necesitar trabajar. Pide a Dios que mantenga ahí tu atención y que actúe en tu vida para ayudarte a convertirte más en la persona que Jesús te llama a ser.