Orgullo

"Lo que necesito es una vida de la que pueda sentirme orgulloso".

Es una frase que aparece en este episodio de Los Elegidos. Habla de anhelo. Anhelo de una vida plena. Una buena vida. ¿Pero cómo se consigue eso?

La persona que pronuncia esta frase es Judas. Él y su socio acaban de hacer un buen negocio. El dinero está dentro. Pero, ¿eso da cumplimiento? Parece que no.

En la sección de hoy, examinamos algo parecido. Jesús advierte contra el engaño del dinero. Habla del "Mamón", que representa el dinero y la propiedad. No puedes servir al Mamón y ser Mi discípulo, dice Jesús.

Lo que suele llamar nuestra atención es lo que vemos y podemos sentir. Puede que sean tus propias cosas, o tal vez las de tu vecino. Antes de que te des cuenta, las estás coleccionando. Exacto, eso es el Mamón. La "carrera de ratas" del mundo. ¿Y te da satisfacción? No, en realidad no. Siempre hay algo más, algo nuevo, y te cansas mucho de ello.

En palabras de Jesús: "¿Acaso la vida no es más que alimento y el cuerpo más que vestido?". He aquí una invitación de Jesús. ¿En qué te concentras?

Un poco más adelante, Jesús da un mandato y una invitación: "Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os darán con él" (versículo 33).

Hay más por lo que vivir que por el dinero. Hay más por lo que vivir que por la comida. Hay más por lo que vivir que por "más y más". Y sí, Jesús sabe lo que necesitas. En este hermoso versículo, tienes la promesa de que Él cuidará de ti.

Sentirse orgulloso.

No en lo que has conseguido.

Sino en el Señor que te sigue, y en Su obra a través de ti.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Qué quieres conseguir?
• ¿Qué te gustaría ahora?
• ¿Qué le gustaría a Jesús que hicieras?
• ¿Qué te dice Mateo 6 versículo 33?

Ora: "Señor, me doy cuenta de que el Mamón está más cerca de lo que a menudo me doy cuenta. Que tira de mí con más fuerza de lo que a menudo veo. Señor, vuelvo a Ti. Quiero vivir sólo para Ti y para Tu Reino. Buscar Tu justicia. Pero me doy cuenta de que no puedo hacerlo solo. Ayúdame, sin distraerme, a centrarme en lo que Tú quieres que me centre. Gracias porque Tú quieres proporcionarme todo lo necesario para ello. Amén".