¿Qué hace la sal?

Jesús hace una comparación entre Sus discípulos y la sal. Vosotros sois la "sal de la tierra". Pero, ¿qué significa eso?

Conserva

Lo primero que hace la sal es conservar. Quizá sea menos conocido en nuestra época y cultura, pero basta con hacer una pequeña búsqueda en Google. La sal contrarresta el deterioro.

Así, los discípulos de Jesús deben contrarrestar la destrucción del mundo. Allí donde las cosas se desmoronan y decaen, que nosotros, por el contrario, mostremos que las cosas pueden ser diferentes. Hay otro camino: el camino de Jesús. El camino del Reino.

Batallar la decadencia, en otras palabras.

Crear sabor

¿Has comido alguna vez un bocadillo sin sal? Entonces no necesitas más explicaciones. La sal da sabor a los platos. La sal realza los sabores. No hay cocina que se precie sin ella.

Así pues, los discípulos de Jesús deben ser gustadores. Primero podemos saborear por nosotros mismos lo bueno que es el Señor. Y después podemos saborear esa bondad. Podemos llevar sabor allí donde falta.

Curación

La sal combinada con miel aporta curación. Es un ingrediente crucial para esta medicina.

E inmediatamente aparece de nuevo el vínculo con nuestras vidas. Nosotros, como discípulos de Jesús, podemos ser portadores de curación. O, para seguir exactamente con el ejemplo, ser parte de ella.

Te reto a que pienses en todos los ámbitos de la vida cuando pienses en la curación. Cuerpo, mente, emociones, relaciones... Simplemente pregunta al gran Sanador cómo y dónde puedes aportar sanación hoy.

Eres la sal de la tierra. Consérvala. Mantente en conexión constante con Dios, para que tú mismo no pierdas sabor, sino que seas y permanezcas como un condimento de sanidad. Y estés siempre disponible para ser utilizado como eslabón en un proceso de curación.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Conocías estas elaboraciones de la sal?
• ¿Ves algo de esto en tu vida de discípulo?
• ¿Qué te gustaría ver más?

Ora: "Señor, Tú dices tan sencillamente que soy la sal de la tierra. A menudo lo siento como algo muy limitado. Quiero mucho más. Señor, por favor, haz Tu obra a través de mí. Ayúdame a vivir siempre en conexión contigo para que puedas utilizarme para preservar, dar sabor y traer sanación. Y gracias porque Tú también sabes exactamente dónde yo mismo necesito en mi vida estar en contacto con la sal. Ayúdame a estar alerta. Quiero entregarme a Ti para ello, no de forma pasiva, sino muy activamente. Señor aquí estoy - sólo úsame. Amén".