Asombrados por DiosMuestra

Dios es

Objetivo: hacer trascender la pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas para alegría de los pueblos y de mi alma a través de Jesucristo.

Dios es la base de nuestra fe cristiana. En la Biblia, encontramos numerosas descripciones sobre quién es Dios y cómo se revela a sí mismo. Esta verdad fundamental forma el fundamento de nuestra relación con Él y nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

Cuando decimos que "Dios es", nos referimos a su existencia eterna y absoluta. Él no tiene principio ni fin, siempre ha sido y siempre será. Dios no está limitado por el tiempo o el espacio como lo estamos nosotros. Él es el creador de todo lo que vemos y conocemos.

Dios es soberano, lo cual significa que tiene control y autoridad sobre todas las cosas. No hay nada que escape a su conocimiento y voluntad. Él gobierna sobre los reinos de los hombres y su plan se cumple conforme a su propósito divino.

Además, Dios es amor. Su amor incondicional y sacrificial se revela en la historia de la salvación a través de Jesucristo. Dios envió a su Hijo al mundo para que todo aquel que creyera en Él no pereciera, sino que tuviera vida eterna. Su amor es tan grande que dio lo más preciado que tenía para salvarnos.

Dios también es santo y justo. Él no puede tolerar el pecado ni la injusticia. Su santidad exige pureza y obediencia. Su justicia busca restaurar y hacer justicia en el mundo.

Cuando comprendemos quién es Dios, somos motivados a adorarle, confiar en Él y vivir según su voluntad. Reconocemos nuestra dependencia de Él y buscamos establecer una relación íntima con nuestro Creador.

En resumen: "Dios es" significa que Él es eterno, soberano, amoroso, santo y justo. Al aferrarnos a esta verdad, encontramos seguridad y esperanza en nuestra fe cristiana. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de su grandeza y amor, permitiendo que su ser asombre y transforme nuestras vidas.