Asombrados por DiosMuestra

El Evangelio de Dios en Cristo

Objetivo: Sentirse asombrado porque antes del Evangelio, la verdad, éramos incapaces de salvarnos, pero en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados (Romanos 5).

El Evangelio de Dios en Cristo es el mensaje central de la fe cristiana. El término "evangelio" significa "buena noticia" y se refiere al mensaje de salvación que Dios nos ofrece a través de Jesucristo.

En Romanos 1:16-17, el apóstol Pablo declara: "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree...". Esta poderosa declaración demuestra la importancia y relevancia del Evangelio en nuestra fe.

El Evangelio nos dice que todos somos pecadores y separados de Dios a causa de nuestro pecado. Pero Dios, en su amor infinito, envió a su Hijo Jesús para que muriera por nuestros pecados y fuera resucitado al tercer día, venciendo el poder del pecado y la muerte. A través de la fe en Jesús, podemos ser perdonados, reconciliados con Dios y recibir vida eterna.

En 1 Corintios 15:1-4, el apóstol Pablo resume el evangelio en estas palabras: "Os declaro, hermanos, el evangelio... que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras". Estas verdades fundamentales son la base de nuestra esperanza y salvación en Cristo.

El Evangelio no solo es para nuestra salvación personal, sino que también nos llama a vivir una vida transformada y a compartir esta buena noticia con otros. Como creyentes, somos llamados a ser testigos del Evangelio, proclamando el nombre de Jesús y compartiendo su amor y gracia con el mundo.

El Evangelio de Dios en Cristo es el mensaje que tiene el poder de cambiar vidas. Nos muestra la gracia y misericordia de Dios hacia nosotros, y nos invita a seguir a Jesús como Señor y Salvador. A través del Evangelio, encontramos redención, restauración y la promesa de una vida eterna junto a Dios.

Que nuestra vida refleje la realidad del Evangelio, viviendo en gratitud por la salvación que hemos recibido y compartiendo esa buena noticia con aquellos que nos rodean. Que el Evangelio de Dios en Cristo sea el centro de nuestra fe y la base de nuestra esperanza.