Las Bienaventuranzas: La Marca Del Ciudadano Del ReinoMuestra

Día 6: Limpios en Él

"Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios" (Mateo 5:8).

Sin limpieza de corazón, nuestras vidas son impuras, sucias y desagradables a Dios. Así nos encuentra Dios: sucios, lejos de Su santidad y perfección, manchados por el pecado y ensuciados por las desgracias del mal.

Sin embargo, según nuestro texto, el Señor toma a personas sucias, las transforma en bendecidas y les concede una limpieza como ninguna otra. En el Sermón del Monte, Jesús afirma que los ciudadanos de Su Reino son y están limpios.

¿Qué significa ser limpios?

Ser limpios es tener limpieza posicional (salvación), es seguir siendo limpiados (santificación), y es saber que un día seremos totalmente limpios (glorificación).

¿Limpiar qué?

El texto nos lleva al centro de todos los problemas: el corazón.

Mateo 15:19 nos dice:

“Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias”.

El Rey Jesús está diciendo que el estado de tu corazón (acto interno) determinará tu conducta (acto externo).

Conclusión

Dios quiere que entendamos que sin limpieza de corazón, es imposible ser parte de Su Reino. Nadie puede ver a Dios sin ser limpiado primero. ¿Has sido limpiado por la sangre del Cordero? Si no estás seguro, si no ves fruto en tu vida, si sabes que no eres salvo, sé salvo hoy. Pide limpieza de corazón por todos tus pecados.

Si ya eres salvo, ¿vives en este ciclo de limpieza absoluta? ¿Vives confesando y pidiendo limpieza continua? ¿Qué cambios radicales tomas para no caer en falta de limpieza?