Caminar en LuzMuestra

Caminando en la luz de la comunión.

La luz de Dios también nos llama a caminar en comunión con Él. Hoy consideramos cómo podemos cultivar una relación cercana con Dios a medida que caminamos en su luz. ¿Cómo puedes fortalecer tu comunión con Dios?

Versículo Clave: 1 Juan 1:3

"Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo".

Los primeros discípulos compartían la experiencia transformadora que tuvieron con Cristo. Su objetivo no era solo transmitir información, sino invitar a otros a una relación viva y auténtica con Dios y con la comunidad de creyentes.

Podemos imaginar este versículo como un fuego encendido en una noche fría. Los discípulos, habiendo experimentado la calidez, la luz, y el consuelo de ese fuego, desean que otros también se acerquen para disfrutar de sus beneficios. No querían que nadie se quede afuera, en la oscuridad y el frío, cuando hay un lugar junto al fuego donde pueden encontrar calor y luz.

Lo que los discípulos "vieron y oyeron" no era un simple mensaje, sino la realidad vivida de caminar con Jesús, de ver sus milagros, de escuchar sus enseñanzas, y de experimentar su amor y su poder de transformación. Esto no era algo que podían guardar para sí mismos; era algo tan extraordinario que debía ser compartido, para que otros también pudieran participar de esa comunión.

La "comunión" que mencionan es más que un compañerismo superficial; es una profunda conexión espiritual que une a los creyentes no sólo entre sí, sino también con Dios. Es como un puente que conecta los corazones de los creyentes con el corazón de Dios, y entre sí, formando una comunidad en la que el amor, la verdad y la fe son compartidos y experimentados juntos.

La verdadera comunión que los discípulos ofrecen es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Particularmente me encanta la frase “lo que hemos visto y oído”, porque es un recordatorio de que la fe no es solo personal, sino que se fortalece y se enriquece en comunidad, donde juntos podemos experimentar la plenitud de la vida en Cristo.

Señor, permíteme experimentar una comunión profunda contigo a medida que camino en tu luz. Que mi relación contigo sea el centro de mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

Desafío: Dedica tiempo cada día para orar y buscar la comunión con Dios. Busca la guía y dirección divina en tu vida.