Caminar en LuzMuestra
La Luz que brilla en la eternidad.
Qué contento estoy porque concluimos una semana maravillosa reflexionando sobre cómo la luz de Dios brilla en la eternidad. ¿Has aprendido mucho acerca de caminar en la luz? Aunque no lo creas, yo sí, estoy maravillado por todo lo que aprendí junto a ti. Sin duda, Dios es bueno.
Para finalizar este plan de lectura quiero ayudarte a responder la siguiente pregunta: ¿Cómo te inspira esto a vivir cada día con un propósito eterno? Pero ya me conoces, el método que yo uso para responder cualquier pregunta en la vida es agarrando la Palabra de Dios, al estudiarlo con un corazón de aprendiz y como quien quiere escuchar a un maestro bueno y misericordioso, leo cada versículo, de esa manera encuentro perlas maravillosas para mi vida espiritual, así que esta vez acompáñame a leer Apocalipsis 21:23. Sin duda, Dios nos hablará.
"La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera".
Esta es una visión gloriosa del cielo, donde la presencia de Dios es tan poderosa y radiante que no se necesita ninguna otra fuente de luz. Se trata de la plenitud y la perfección del reino de Dios.
Esta ciudad celestial es un lugar lleno de paz y belleza inigualable.
En la tierra, dependemos del sol y la luna para la luz, para el ritmo de los días y las estaciones. Pero en esta ciudad celestial, la luz proviene directamente de la gloria de Dios, una luz que nunca se apaga, que no tiene sombra, y que llena cada rincón con su resplandor. Esta luz no es solo física, sino también espiritual, iluminando los corazones y las almas de todos los que habitan allí.
El Cordero, que es Jesús, es descrito como la lumbrera de esta ciudad. Esto nos recuerda que Jesús es la fuente de toda la luz y vida que necesitamos. Su sacrificio, simbolizado por el Cordero, es lo que nos permite estar en la presencia de Dios, iluminados por su amor y verdad. Es como si Jesús fuera el faro que nos guía hacia la seguridad y la plenitud de la vida eterna, su luz es constante, segura, y siempre presente.
En esta ciudad, no hay más noche, ni oscuridad, ni miedo, porque la luz de Dios lo llena todo. Es una luz que trae consigo la paz perfecta, la alegría completa, y la seguridad eterna. No hay necesidad de sol ni de luna, porque la presencia de Dios lo llena todo, satisfaciendo todas nuestras necesidades y deseos más profundos.
La luz eterna de Cristo nos motiva a mantener nuestra fe y esperanza, sabiendo que un día estaremos en esa ciudad donde la gloria de Dios será nuestra luz eterna, y donde viviremos en comunión perfecta con Él y con todos los que le pertenecen.
Señor, anhelo la eternidad en tu presencia. Ayúdame a vivir cada día con una perspectiva eterna en mente. Que mi vida refleje tu luz. En el nombre de Jesús, amén.
Desafío: Dedica tiempo en oración para meditar en la eternidad y cómo tu vida actual se relaciona con ella. Considera qué cambios puedes hacer para vivir con un propósito eterno.
Gloria a Dios, has completado siete días de reflexión profunda. Y has sido honesto/a contigo mismo/a. Ahora no debes retroceder ni detener tu crecimiento, debes seguir aprendiendo a caminar en luz, por lo tanto, te invito a seguir este enlace donde encontrarás más contenido útil para tu relación con Dios. Recuerda que estos planes son extraídos de Un Milagro Cada Día.
Escrituras
Acerca de este Plan
Tanto tú como yo, anhelamos caminar en la luz de Cristo diariamente, sin embargo, se vuelve tan difícil hacerlo en medio de este mundo tan oscuro. Por eso este plan de lectura es clave para aprender y ser inspirados a vivir libres, seguros y plenos en la luz de Cristo. Estoy seguro que no serás igual una vez que finalices este plan de lectura.
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Nos gustaría agradecer a es.jesus.net por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es.jesus.net/un-milagro-cada-dia/?utm_campaign=amed&utm_source=Youversion&utm_medium=referral&utm_content=Caminar-En-Luz-24