¡Victoriosos!Muestra
Jesús, el Vencedor
En el deporte, en la política, en el arte, así como en otras competencias o concursos siempre hay dos opciones; la de ser vencedor o ser perdedor. Puede tenerse mucha confianza en sí mismo y competir con la certeza de que se va a ganar, pero el resultado puede ser muy decepcionante. Lo hemos visto muchas veces y ante los ojos o el criterio de muchos, lo que se esperaba no fue lo que sucedió.
Tomemos el ejemplo de los discípulos que seguían a Jesús pensando que él les liberaría del dominio romano y que se convertiría en su rey. Día a día, veían con gran entusiasmo que las cosas que Jesús hacía le llevarían a tener una victoria contundente que acabaría con el gobierno opresor de Roma. Esperaban con ansias el momento de la victoria.
Pero pasó el tiempo y Jesús, luego de su gran popularidad comenzó a ser rechazado y sin que pasara mucho tiempo, se posó sobre su cabeza la sentencia de muerte ante los ojos desilusionados y defraudados de los que esperaban la manifestación de su reinado terrenal. Había perdido el que consideraron que sería el ganador.
Lo que esta gente estaba lejos de comprender es que la crucifixión de Cristo fue la más grande victoria de todos los tiempos. Jesús había entregado Su vida hasta la muerte para salvar al mundo de su pecado. El plan de Dios se había ejecutado a la perfección. Tres días después de su aparente derrota Jesús se levantó de entre los muertos para ascender al cielo y sentarse a la diestra del Padre. Él es vencedor.
Los que le amamos y creemos en Su obra redentora, participamos de la gloria de Su victoria, no porque lo merezcamos sino por Sus méritos. Es por ello que Pablo le dice a los romanos “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó" (Rom. 8:37).
La victoria de Jesús es nuestra victoria, “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Cor. 15:57).
Sería bueno que de cuando en cuando y con frecuencia nos recordáramos a nosotros mismos que somos más que vencedores en Cristo Jesús. El enemigo no descansa en su afán de que olvidemos esta verdad tan importante. Qué triste cuando vemos cristianos que parecen estar más derrotados que victoriosos. Sus palabras, su semblante, sus acciones son de pesimismo, de desgano, de frustración. Parecieran llevar sobre ellos la carga del mundo.
La victoria de Jesús no ha perdido relevancia, no importa cuál sea la percepción del mundo, Jesús es el Vencedor. Y nosotros, sus hijos, también lo somos porque participamos de la victoria alcanzada en la cruz. La vida, con todas sus circunstancias y todos sus tiempos, no puede borrar la gloria de la cruz y de quienes somos en Cristo.
Muchos han querido hacerlo y han tratado mil maneras de lograrlo, para estrellarse contra la verdad de que Cristo venció. Tratar de borrar la gloria de la cruz es como poner la mano en el fuego y no querer quemarse. Suena a locura, pero es exactamente lo que sucede a los que quieren negar la victoria de la cruz.
Los que la valoramos, y la amamos reconociendo la victoria de Jesucristo: “Somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó".
Oro para que este plan sea de bendición a tu vida y para que tu fe sea fortalecida y creas y confíes en que eres vencedor(a) en el Señor.
Mis libros están en Amazon.com bajo el nombre Grettchen Figueroa
Agradecimiento especial al pastor Jonathan Riddering por su colaboración en el arte gráfico.
Escrituras
Acerca de este Plan
Victoria es una palabra que habla de éxito, de triunfo, de premio, de conquista. Para el que ama al Señor el significado de todos estos conceptos está muy distanciado de la manera como el mundo los define. En este plan, será la Palabra de Dios quien nos lleve a descubrir y a comprender la verdad de que en Cristo Jesús somos ¡victoriosos!
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/GrettchenStage