El NiñoMuestra

Escrito por Andrea, 17 años, Rochester Hills, MI, EE. UU.

¿Alguna vez le has mandado un mensaje de texto a alguien en un momento de necesidad y no te ha respondido? ¿O has tratado de hablar con alguien sobre algo que te está preocupando, pero esa persona no quiso escucharte o no te entendió? No todas las personas a las que recurramos podrán darnos la ayuda que queremos o necesitamos. No es porque no les importe; es porque son humanos. Quizá decidiste lidiar con la situación tratando de guardarte todo, y eso te está haciendo sentir solo, olvidado, no amado o triste. Pero Jesús, el Niño que vino al mundo hace dos mil años en aquella primera Navidad, nunca está demasiado ocupado para contestar tu llamada. De hecho, él te anima a orar, a reconocer tus necesidades y quiere que lleves todas tus cargas a él. Reconocer que Dios es el único que puede liberarte de las preocupaciones y los problemas de la vida puede poner tus pies sobre la roca firme. El Señor siempre ha estado presente para nosotros, y el nacimiento de Jesús es prueba de ello.

Tómate unos minutos para orar a Dios y dile con honestidad las cosas en las que necesitas ayuda Al hacerlo, recuerda que es gracias a Jesús que podemos confiar en que Dios nos escucha y responde.