Haz una ReverenciaMuestra

Si somos honestos, todos queremos escuchar que estamos haciendo un buen trabajo. Queremos recibir el sello de aprobación, estar en la parte alta de la lista o recibir esa estrella dorada que le diga al mundo que somos buenos haciendo algo. Queremos ser reconocidos por nuestros esfuerzos y que los demás validen nuestras acciones. Eso no es algo malo en sí mismo. ¡Es normal! Pero no significa que sea el mejor lugar para buscar aprobación. Claro, colocar toda nuestra confianza y valor en ser los mejores en algo es fácil, pero ¿qué sucede cuando eso cambia o desaparece? En lugar de buscar aprobación de los demás, podemos encontrar nuestro valor en hacer todo lo que hacemos para Dios. No para ganarnos la aprobación de Dios, sino para honrar a Dios en todo lo que somos buenos, en lo que intentamos y hacemos. Cuando centramos nuestras buenas obras en eso, cambia la manera en que las abordamos. Luego, actuamos con confianza y humildad, sabiendo que estamos haciendo todo para el Señor, sin importar el resultado.

Haz un inventario de tus logros. ¿Qué te motiva a tener éxito? ¿Qué significa para ti dejar de fijar la mirada en los aplausos del mundo para vivir únicamente para complacer a Dios? Habla con tu líder de grupo pequeño, con uno de tus padres o con otro adulto al respecto.