Felices Para SiempreMuestra
Escrito por Eden, 20 años, Corona, CA, EE. UU.
Seamos honestos por un momento: ¿cuántas veces has hablado con un adulto y pensado que sabías más que él o ella? ¿Cuántas veces te has sentido triste o celoso porque alguien conocido recibió algo y tú no? ¿Cuántas veces te has sentido triste cuando un amigo se acercó para darte una mala noticia? Estas son situaciones que podemos experimentar a menudo. Y cuando llegan, es fácil aferrarnos a cómo nos sentimos y a lo que creemos que es correcto. En otras palabras, ¡es fácil olvidarnos de la otra persona! Cuando seguimos a Dios, estamos llamados a hacer lo opuesto. Cuando sintamos celos, tristeza o soberbia, debemos llevar esos sentimientos delante de Dios. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a sentirnos felices por nuestros amigos, incluso si sentimos envidia de en dónde están; a estar presentes para alguien que está pasando por un mal momento, incluso si no sabemos qué decir; o a respetar a los adultos en nuestra vida, incluso cuando sea difícil. Aunque no queremos reprimir nuestros sentimientos, debemos asegurarnos de que los correctos —los que nos llevan a acciones positivas— sean los que nos guíen.
Cuando te sientas frustrado con tus padres, maestros o amigos, no pienses inmediatamente que tienes la razón. Por el contrario, escucha lo que tienen que decir y reflexiona sobre qué puedes decir o hacer para mejorar la situación.
Escrituras
Acerca de este Plan
Un devocional de escuela intermedia diseñado para ayudar a los estudiantes a entender lo que están sintiendo y abrazar lo que realmente significa la felicidad. En este devocional, tú encontrarás la sabiduría para guiarte hacia la felicidad verdadera y duradera sobre la que Jesús nos enseña—aquella que solo viene de confiar y experimentar la presencia de Dios en nuestras vidas.
More
Nos gustaría agradecer a reThink Group por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://thinkorange.com