Felices Para SiempreMuestra

Cuando tu vida cotidiana parece un poco caótica, cuando estás lidiando con sentimientos fuertes y circunstancias difíciles, puede ser fácil perder de vista nuestra identidad y propósito en Cristo. Esas otras cosas encuentran la manera de meterse en nuestra cabeza y adueñarse de nuestros pensamientos. Cuando eso sucede, no solo perdemos de vista lo que es importante en nuestra fe, sino también cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos y a otros en medio de temporadas como esta. Entonces, en lugar de dejar que tu mente se llene de caos y que tus emociones se tornen negativas, elige llenar tu mente con las cosas de Dios: humildad, amabilidad, paciencia y amor. Todo esto es a lo que Dios nos llama en esta vida. Y cuando permitimos que esas cosas ocupen el primer lugar en nuestra mente, sin importar lo que esté pasando a nuestro alrededor, descubrimos que es más fácil hallar paz, alegría y felicidad.

Hoy, toma un tiempo para orar y pedirle a Dios que te ayude a mantenerte enfocado en sus cosas, no en lo que está pasando en el mundo. Después, pídele a uno de tus padres, a un adulto confiable o a un líder de grupo pequeño que te ayude a rendir cuentas y a recordarte cuál es la verdad cuando estés luchando para mantenerte por encima del caos.