La voluntad de Dios está por encimaMuestra

MÁS ALLÁ DE SU MADRE

IDEAS BÁSICAS

• Jesús fue obediente a Sus padres terrenales y obedeció a Su madre hasta cierto punto, pero estaba dispuesto a obedecer al Padre celestial en cualquier momento, que era, de hecho, Su misión en esta tierra.

• María, la madre de Jesús, fue una mujer obediente a Dios. Se puso a disposición de Dios, pero basándonos en la Palabra bíblica. Su misión respecto al plan de salvación de la humanidad terminó con la muerte de Jesús, y Él se la confió a Juan para que cuidara de ella en su vejez.

Esta crisis impulsa a María a hacer público lo que era Jesús en su madre. Es necesario entender esto, especialmente en el contexto de que gran parte del cristianismo reza a la madre de Jesús en lugar de rezar a Jesús mismo. Esta actitud no se apoya en absoluto en la forma en que Jesús se relacionó con Su madre, y es idolatría más que fe. La intervención de María demuestra que, para entonces, Jesús ya había realizado otros milagros en casa de Su familia; de lo contrario, María no tendría forma de saber que Él era capaz de algo así. Esta crisis impulsa a María a hacer público lo que era Jesús en Su familia. Esto no significa que a partir de ese momento Jesús estuviera siempre a disposición de Su madre. Al contrario, en Su crucifixión, Jesús confía a María al cuidado de Juan para los días de Su vejez. No hay pruebas en la Biblia de que Dios concediera a María un estatus especial de mediadora entre nosotros y Jesús. El consejo de María a los siervos en esta situación fue obedecer a Jesús, y la humildad y la obediencia a Él condujeron a un milagro y a la solución de un problema. Así como Jesús priorizó la relación y la obediencia al Padre Celestial, nosotros también debemos obedecer a Dios y a Jesús. Elevar a María, la madre de Jesús, al nivel de una persona que adoramos es erróneo, antibíblico e idólatra.