Reflexiones Sobre La JusticiaMuestra

En lo profundo del corazón de cada mujer hay un anhelo de justicia, de un mundo donde prevalezca la bondad.

Sin embargo, somos testigos de un mundo envuelto en conflictos, en el que las peticiones de ayuda a menudo se ignoran. La guerra en Myanmar ha empapado el suelo con la sangre de los inocentes, lo que nos ha llevado a reflexionar: “¿Quién es mi prójimo?” (Lucas 10:29). Este conflicto es más que titulares de noticias; es una historia devastadora de vidas trastornadas y sueños destruidos.

Como creyentes, nuestros corazones se desgarran por nuestros vecinos de Myanmar, que sufren las brutalidades de la guerra civil, dejando millones de desplazados y vidas en ruinas. Nuestro vecino es una madre en Myanmar, abrazando a su hijo mientras huyen a la seguridad de la selva. Es el padre, que llora la pérdida de su esposa, y los niños cuya inocencia es robada por la crueldad implacable de la guerra. Su angustia nos interpela, instándonos a encarnar el amor de Cristo y a buscar la justicia para nuestros prójimos de todo el mundo.

Desafío: Acoge el llamado de Lucas 10:27; el amor trasciende fronteras. Actúa ahora: ora, aboga por los necesitados. Unámonos en compasión, buscando justicia y paz para nuestros prójimos globales.

Oración: Señor, cubre con tu misericordia a los que sufren. Consuela a los afligidos, fortalece a los cansados, inspira a los temerosos. Protege a los inocentes, repara a los quebrantados y sustenta a todos en medio del caos.